El museo etnográfico, con antiguos utensilios de labranza, cocina, iglesia, etc..., que nos hace viajar en el tiempo. Estamos inmersos en un mundo mecanizado, pero por ventura aun se continua empleando el mortero para preparar ricas salsas, para acompañar o regar sabrosos manjares, que nos producen gran satisfacción cuando los saboreamos y, sin ir más lejos... ¿Cómo podríamos elaborar nuestro tradicional «All y Oli» o machacar el ajo, sin tener a mano un mortero y más heco a mano por el Sr. Hermógenes...el padre de Leonor... Los platos, jaras y espumaderas son de los años cincuenta-sesenta... Tazones para el desayuno, pocillos del café, copas para el chupito de la aguardiente;jarras de servir el vino y los platos todos de aquellos años lo mismo que los morteros y la cuchara hechos a manos y labrados con zuela y navaja...