La andanza de Manuel Girón Bazán no es concebible -ni entendible- sin la comarca leonesa de La Cabrera, un espacio de montaña poco comunicado (por entonces casi inaccesible) que se extiende por el Suroeste de la provincia de León en su límite con Zamora y que parece acurrucarse contra la Sierra del Eje orensana en un último esfuerzo por resistir no se sabe qué históricas hostilidades; una tierra poblada por unas gentes humildes y generosas que soportaron sobre sí, entre los años 1936 y 1951, el rigor...