No es la piel la que escuece,
Ni las voces que llaman,
No es la mano que tiembla,
Ni la herida que sangra,
No son ojos que lloran,
Ni son brazos que enlazan,
No son bocas que besan,
Ni caricias que avanzan,
No es latido que duele,
Ni es aroma que embriaga,
No son dedos que acusan,
Ni son gestos que rasgan:
Es la vida que bulle
Entre el sueño; palabras
Que seducen y asombran,
Que palpitan y engañan,
Porque vuelan y viven,
Porque nacen y escapan,
Porque quieren y evitan,...