Roble: árbol que alcanza hasta 30-40 m de altura, con tronco robusto, copa amplia, densa y bastante regular, la corteza es de color gris, se mantiene lisa hasta la edad de veinte años y después se agrieta en surcos longitudinales. Las hojas, alternas, simples y caducas, son rígidas y coriáceas en estado adulto y poseen un contorno general oblongo con 5-8 lóbulos redondeados de color verde brillante, de tonalidad más clara en la cara inferior y sostenidos por un largo pecíolo. El roble albar presenta una diversidad entre las hojas que se mantienen en la sombra y las que están expuestas a la luz, las primeras son menos consistentes, tienen un mayor contenido en clorofila y presentan un número menor de estomas. Estos caracteres se oponen a los de las hojas expuestas a mayor intensidad luminosa. Su madera es apreciada y se utiliza en la construcción de vigas, parquets, muebles y construcciones navales. La alternancia entre la madera primaveral, más porosa, y la estival, con los vasos con menos luz, permiten una perfecta reconstrucción de la cronología anular y del clima del que el tronco es fiel testimonio. Especie exigente con respecto a la humedad atmosférica y edáfica, no soporta los suelos húmedos y teme las heladas tardías.