No hace muchos años , era un elemento presente en la mayor parte de las casas de nuestros pueblos. Se hallaba generalmente en la llamada " cocina de horno", que entre otras funciones servía también para curar la matanza. En ocasiones, una esquina del corral bajo un tejadillo servía de alojamiento al horno que se levantaba sobre cuatro pilares o sobre una base cuadrada rellena hasta una cierta altura de piedras y tierra , siendo la última capa de carbonilla. Sobre esta base se colocaba un enlosado de gruesas baldosas de barro cocido.
La bóveda se hacía de adobe y más recientemente , en los últimos que vimos construir , de ladrillos refractarios. Junto a la boca, tenía " el chimeneo", o escape del humo al exterior, y un pequeño respiradero al un lado. La parte exterior de la bóveda, se revestía de una gruesa capa de barro para taponar las posibles grietas y que no escapase nada de calor, mientras que por el interior quedaban los adobes o las piedras o losas.
La bóveda se hacía de adobe y más recientemente , en los últimos que vimos construir , de ladrillos refractarios. Junto a la boca, tenía " el chimeneo", o escape del humo al exterior, y un pequeño respiradero al un lado. La parte exterior de la bóveda, se revestía de una gruesa capa de barro para taponar las posibles grietas y que no escapase nada de calor, mientras que por el interior quedaban los adobes o las piedras o losas.