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Diabetes

(Diabetes)

También indexado como: Diabetes Mellitus, Niveles Elevados de Azúcar en Sangre

Resumen
Suplementos
Hierbas
Cambios en la dieta
Cambios en el estilo de vida
Referencias
La diabetes mellitus es una incapacidad para metabolizar los carbohidratos, derivada de una producción o uso inadecuados de la insulina. En esta sección no se hablará de otras formas de diabetes, como la diabetes insípida.

Cuadro resumen

Clasificación Vitaminas, suplementos y hierbas
Aceite de onagra

ácido alfa lipoico

Ají picante (tópico para la neuropatía)

Cromo

Fenogreco (semillas)

Fibra

Glucomanano

Levadura de cerveza (proporciona aproximadamente 60 µg de cromo por cucharada)

Magnesio

Psyllium

Albahaca peluda (semilla)

Albahaca santa (hoja)

Arándano negro

Biotina

Cebolla

Coenzima que10

Gimnema

Ginseng americano

Ginseng asiático

L-carnitina

Melón amargo

Sábila

Vitamina B1 (tiamina)

Vitamina B6 (sólo diabetes gestacional)

Vitamina C

Vitamina E (para la prevención de la fibroplasia retrolenticular en bebés prematuros y para la prevención de la retinopatía diabética)

Zinc (de preferencia para tratar a personas con deficiencia demostrada)

Información científica confiable y relativamente consistente que muestra un beneficio importante para la salud.

Estudios contradictorios, insuficientes o preliminares que sugieren la existencia de algún beneficio para la salud, aunque sea mínimo.

La hierba está respaldada principalmente por el uso tradicional, o bien, la hierba o el suplemento tienen poco respaldo científico o presentan un beneficio mínimo para la salud.


Suplementos nutricionales que pueden ser beneficiosos
ácido alfa lipoico (600 mg de una a tres veces al día): Se ha demostrado que este potente antioxidante natural reduce la neuropatía diabética e incrementa la sensibilidad a la insulina.
Levadura de cerveza (9 gramos al día): Desde 1853 se contaba con informes médicos que, al igual que las investigaciones modernas, ya indicaban que la levadura de cerveza rica en cromo puede ser útil para el tratamiento de la diabetes.
Cromo (de 200 a 1, 000 µg diarios): Se ha demostrado que el cromo mejora la tolerancia a la glucosa en pacientes con diabetes tanto tipo 1 como tipo 2, ya que al parecer incrementa la sensibilidad a la insulina.
Aceite de onagra (4 gramos diarios durante seis meses): En pruebas doble ciego se ha encontrado que el aceite de onagra mejora la función de los nervios y alivia los síntomas de la neuropatía diabética.
Fibra: (Véase Cambios dietéticos que pueden ser de utilidad)
Glucomanano: En un estudio controlado se utilizaron con éxito dosis de entre 500 y 700 mg de glucomanano por cada 100 calorías en la dieta para controlar el incremento del nivel de azúcar en sangre.
Magnesio (de 300 a 1, 000 mg diarios): Los pacientes con diabetes tienden a tener bajos niveles de magnesio. Estudios doble ciego indican que un suplemento de magnesio corrige este problema. Un suplemento de magnesio también puede mejorar la producción de insulina en personas mayores con diabetes tipo 2.
Biotina: 9 mg diarios durante dos meses o 16 mg diarios durante tres semanas.
Coenzima que10 (CoQ10): De 50 a 120 mg diarios.
L-carnitina: 0.5 mg al día por cada 2.2 libras (un kilo) de peso corporal.
Vitamina B1 (tiamina): De 10 a 25 mg al día.
Vitamina B6 (sólo diabetes gestacional)
Vitamina C: De 1 a 3 gramos diarios.
Vitamina E: 900 UI de vitamina E al día.
Zinc (sólo para tratar a personas con deficiencia)
Hierbas que pueden ser beneficiosas
Ají picante (Capsicum frutescens) (crema de aplicación tópica que contiene capsaicina para la neuropatía): Puede aplicarse cuatro veces al día en caso de dolor intenso. Utilícese bajo supervisión médica.
Fenogreco (Trigonella foenum-graecum): Las semillas de fenogreco en polvo (de 1 a 3 onzas [28.35-85.05 gramos] de semillas en polvo diarias) pueden mejorar la tolerancia a la glucosa.
Psyllium (Plantago ovata): Se ha demostrado que un suplemento de Psyllium (5 gramos diarios durante 8 semanas) es una manera segura y bien tolerada de mejorar el control de la glucosa y el colesterol en sangre.
Aloe (Sábila): 1 cucharada (15 gramos) de jugo de sábila dos veces al día.
Ginseng americano (Panax quinquefolius): 3 gramos de ginseng americano pueden bajar el nivel de azúcar en sangre si se toman hasta 40 minutos antes del consumo de una bebida rica en glucosa, en personas con diabetes de tipo 2.
Ginseng asiático (Panax ginseng): 200 mg al día de extracto de ginseng.
Arándano negro (Vaccinium myrtillus) hoja (para el control del azúcar en sangre) o baya (para la fragilidad capilar): Puede tomarse un extracto herbal de las bayas en cápsulas o comprimidos estandarizados para proporcionar hasta un 25% de antocianósidos, en dosis de 240 a 600 mg diarios.
Melón amargo (Momordica charantia): Puede consumirse un melón pequeño, o hasta 100 ml de una cocción o 2 onzas [unos 56 ml] de jugo fresco al día. También pueden emplearse tinturas de melón amargo (5 ml de dos a tres veces al día).
Gimnema (Gymnema sylvestre): 400 mg diarios.
Albahaca peluda (semilla) y Albahaca santa (hoja): En pruebas preliminares de hojas de albahaca santa (Ocimim sanctum) y de semillas de albahaca peluda (Ocimum canum) se ha demostrado que estas hierbas pueden ser benéficas para controlar los niveles de azúcar en sangre de los pacientes con diabetes tipo 2.
Cebolla: En pruebas preliminares y por lo menos en un estudio doble ciego se encontró que consumir grandes cantidades de cebolla puede reducir los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes.
Cambios en la dieta que pueden ser beneficiosos
Nota: Todas las personas con diabetes deben consultar a su médico antes de realizar cualquier cambio en su dieta.

Carbohidratos: Consumir alimentos que contengan carbohidratos, ya sea ricos en azúcares o ricos en almidón (como pan, papas, cereales procesados para desayunar y arroz) eleva temporalmente los niveles de azúcar y de insulina en sangre. El efecto elevador del azúcar en sangre que tienen los alimentos se conoce como "índice glicémico" y depende de la rapidez con la que se absorban los carbohidratos. Muchos alimentos con almidón tienen un índice glicémico similar al de la sucrosa (azúcar de mesa). Se ha observado que las personas que consumen grandes cantidades de alimentos con índices glicémicos elevados, como los que ya se mencionaron, tienen un riesgo mayor de contraer diabetes tipo 2.
Sin embargo, las dietas altas en carbohidratos totales no necesariamente aumentan el riesgo. Algunos estudios han encontrado que no existe una relación independiente entre el consumo de azúcar y la aparición de intolerancia a la glucosa. Una dieta en la que predominen los alimentos ricos en carbohidratos de índice glicémico bajo se asocia con un menor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Entre los alimentos con índice glicémico bajo están los frijoles, guisantes, la fruta y la avena.
La mayoría de los médicos recomienda que los diabéticos reduzcan su ingestión de azúcar derivada de bocadillos y alimentos procesados y cambien éstos por alimentos enteros ricos en fibra. Esto tiende a reducir el índice glicémico de la dieta en general y tiene la ventaja adicional de incrementar el consumo de vitaminas, minerales y fibra.
Fibra: En algunos estudios se ha observado que los suplementos ricos en fibra, como el Psyllium, la goma de guar (que se encuentra en las leguminosas), la pectina (de la fruta), el salvado de avena y el glucomanano (que se encuentra en la planta Amorphophallus konjac) han logrado aumentar la tolerancia a la glucosa. También se han visto buenos resultados con un suplemento de 1 a 3 onzas [28.35-85.05 gramos] diarias de semillas de fenogreco en polvo. Aunque las investigaciones no son concluyentes, la mayor parte de los médicos recomienda a sus pacientes diabéticos consumir una dieta rica en fibra. Debe darse preferencia a las frutas, verduras, semillas, cereales y productos de grano entero.
Nota: Los diabéticos que padezcan de insuficiencia renal no diagnosticada pueden presentar complicaciones graves si consumen una dieta rica en fibra, y por tanto, rica en potasio.
Pescado: Comer pescado puede proporcionar cierta protección contra la diabetes.
Dieta vegetariana: Los vegetarianos presentan un riesgo menor de padecer diabetes tipo 2. En pacientes con daño nervioso diabético que iniciaron una dieta vegetariana total (sin carne, productos lácteos ni huevo) se ha informado de una mejora después de algunos días. Las grasas de la carne y los productos lácteos también pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas, la principal causa de muerte entre los diabéticos.
Proteínas: Antes de optar por una dieta alta o baja en proteínas debe contar con la aprobación de su médico.
Grasa: Las dietas ricas en grasa, en especial grasa saturada, reducen la tolerancia a la glucosa e incrementan el riesgo de padecer diabetes tipo 2. La grasa saturada se encuentra sobre todo en la carne, en la grasa de los productos lácteos y en el pellejo y la carne oscura del pollo. En cambio, se ha visto que las dietas ricas en grasas monoinsaturadas, como las del aceite de oliva, mejoran la tolerancia a glucosa. Sin embargo, las personas con problemas de sobrepeso deben tener cuidado al consumir aceite de oliva, porque es alto en calorías.
¿Deben evitar la leche los niños, para prevenir la diabetes tipo 1?
La mayor parte de los estudios indican que los niños con diabetes tipo 1 comenzaron a tomar leche de vaca a una edad más temprana que otros niños. Algunos niños que beben leche de vaca producen anticuerpos a la leche; se ha propuesto la hipótesis de que estos anticuerpos pueden provocar una reacción y dañar las células productoras de insulina del páncreas. Estudios preliminares han descubierto que la introducción temprana a una fórmula de leche de vaca aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1, aunque se han publicado también algunos resultados contradictorios Una buena precaución sería abstenerse de productos lácteos durante los primeros años de vida, en especial si los niños tienen antecedentes familiares de diabetes tipo 1. Las investigaciones recientes sugieren también una posible relación entre el consumo de leche en la infancia y un mayor riesgo de diabetes tipo 2.

Cambios en el estilo de vida que pueden ser beneficiosos
Pérdida de peso: Muchos pacientes con diabetes tipo 2 presentan sobrepeso. El exceso de peso incrementa la necesidad de insulina e incluso puede hacer que las personas saludables se vuelvan pre-diabéticas (este trastorno es reversible si se pierde peso). El exceso de peso abdominal hace que el cuerpo sea menos sensible a la insulina. En muchos estudios se ha visto que los pacientes con diabetes tipo 2 mejoran al perder peso; por tanto, las personas con diabetes tipo 2 deben alcanzar y mantener el peso corporal adecuado.
Ejercicio: El ejercicio ayuda a disminuir la grasa corporal y mejora la sensibilidad a la insulina. Quienes hacen ejercicio son menos propensos a desarrollar una diabetes tipo 2 que quienes llevan una vida sedentaria, y quienes padecen diabetes tipo 1 y hacen ejercicio requieren menos insulina. Sin embargo, el ejercicio puede inducir una baja en el nivel de azúcar en sangre y a veces un nivel elevado de azúcar en sangre. Por tanto, los diabéticos nunca deben comenzar un programa de ejercicios sin antes consultar a su médico.
Alcohol: El consumo moderado en personas saludables puede mejorar la tolerancia a la glucosa, pero algunos estudios han descubierto que el alcohol deteriora la tolerancia a la glucosa en los ancianos y en pacientes con diabetes. Además, los diabéticos que beben se encuentran en mayor riesgo de desarrollar problemas en los ojos y los nervios. Los diabéticos deben limitar su consumo de alcohol a dos copas al día.
Dejar de fumar: Los diabéticos fumadores corren un mayor riesgo de sufrir problemas renales, cardiacos y otras enfermedades relacionadas con la diabetes. Los fumadores se encuentran en un mayor riesgo de contraer diabetes que los no fumadores.