De su pasado agrícola de Pozos poco queda. En otro tiempo el centeno constituía la base de la alimentación y como en los demás pueblos de este territorio no solo servía para el sustento humano sino como alimento para el ganado . Quedan restos de techo de paja de centeno en la actualidad en el pueblo, a ello no solo contribuyó la modernización de su economía sino las directrices políticas del Ayuntamiento de Truchas. Debido al alto riesgo de incendios que suponían los tejados vegetales, los diferentes alcaldes cargaron a sus propietarios con un nuevo impuesto. Todo ello llevó a la sustitución por la horrible uralita. Aún así algunas de sus edificaciones conservan características de las antiguas cubiertas vegetales. Algunos edificios mantienen muros rematados con penales, son muros laterales de la edificación que asemejan en su parte superior a escaleras, cada una de ellas con una losa pizarrosa que sobresale del muro en las dos direcciones.
Para sacar el grano de los manojos de centeno se usaba el manal, y dando porrazos en la era , en filas de frente alternativamnet golpeando y y sin dar al contrario salía el grano de la paja.
Majadores con el manal en las últimas medas que se majaron con ese utensilio.
Para sacar el grano de los manojos de centeno se usaba el manal, y dando porrazos en la era , en filas de frente alternativamnet golpeando y y sin dar al contrario salía el grano de la paja.
Majadores con el manal en las últimas medas que se majaron con ese utensilio.