PICADURAS remedios caseros.
Para mitigar el efecto doloroso y la hinchazón producidos por las picaduras de abeja o avispa, cogían tres hierbas distintas del campo, o tres hojas de plantas diferentes y se frotaban con ellas.
Asimismo, si lo tenían a mano, colocaban encima de la picadura un poco de barro o de arcilla húmeda.
También lavaban con agua fría la zona afectada, después de haber extraído el aguijón.
En ocasiones, echaban sobre la picadura unas gotas de
Amoníaco.
Igualmente, era frecuente untarse con un poco de aceite. Este remedio se empleaba para todas clases de picaduras: de arañas, de mosquitos, de insectos varios, etc.
Si se trataba de mordedura de culebra, se ataban por encima de la picadura, chupando la sangre, y después practicaban una incisión con un objeto cortante, con la intención de que saliese el veneno.
Otro remedio consistía en cortar una vara de "avellano" verde y colocar la caña sobre el punto exacto de la picadura.
Para remediar el picor y las erupciones producidos por las ortigas, se frotaba con las hojas de la "acederilla". Existía el dicho siguiente: "la ortiga me picó, y la acederilla me lo quitó.".
Para mitigar el efecto doloroso y la hinchazón producidos por las picaduras de abeja o avispa, cogían tres hierbas distintas del campo, o tres hojas de plantas diferentes y se frotaban con ellas.
Asimismo, si lo tenían a mano, colocaban encima de la picadura un poco de barro o de arcilla húmeda.
También lavaban con agua fría la zona afectada, después de haber extraído el aguijón.
En ocasiones, echaban sobre la picadura unas gotas de
Amoníaco.
Igualmente, era frecuente untarse con un poco de aceite. Este remedio se empleaba para todas clases de picaduras: de arañas, de mosquitos, de insectos varios, etc.
Si se trataba de mordedura de culebra, se ataban por encima de la picadura, chupando la sangre, y después practicaban una incisión con un objeto cortante, con la intención de que saliese el veneno.
Otro remedio consistía en cortar una vara de "avellano" verde y colocar la caña sobre el punto exacto de la picadura.
Para remediar el picor y las erupciones producidos por las ortigas, se frotaba con las hojas de la "acederilla". Existía el dicho siguiente: "la ortiga me picó, y la acederilla me lo quitó.".