NUEZA.
Planta perenne de ráiz cónica y ramificada de tallo robusto que puede alcanzar hasta los 5 m de altura. Con ayuda de zarcillos trepa por vallas y otros soportes. Las hojas tienen forma de corazón y son pentalobuladas. Las flores masculinas son de color blanco verdoso y se sitúan en las axilas de las hojas, en el extremo de largos peciolos. Las flores femeninas son de color blanco y su peciolo es más corto. Al madurar, los frutos adquieren el aspecto de bayas de color morado.
Con fines medicinales se extráe la raíz que se lava y corta en rodajas y se secan a una temperatura no superior a los 40ºC. Contiene una resina muy purgante de sabor fuerte y amargo y con un olor desagradable, de la que se pueden extraer glucósidos (brionina), tanino, fitoesteroles. Posee una fuerte acción catártica, diurética y emética. Se emplea para el tratamiento de la gota y el reumatismo bajo receta médica.
Toda la planta es venenosa y el simple contacto de la savia con la piel puede ocasionar urticaria y una dolorosa formación de ampollas. Las bayas son igualmente muy tóxicas y resultan peligrosas, especialmente para los niños.
Planta perenne de ráiz cónica y ramificada de tallo robusto que puede alcanzar hasta los 5 m de altura. Con ayuda de zarcillos trepa por vallas y otros soportes. Las hojas tienen forma de corazón y son pentalobuladas. Las flores masculinas son de color blanco verdoso y se sitúan en las axilas de las hojas, en el extremo de largos peciolos. Las flores femeninas son de color blanco y su peciolo es más corto. Al madurar, los frutos adquieren el aspecto de bayas de color morado.
Con fines medicinales se extráe la raíz que se lava y corta en rodajas y se secan a una temperatura no superior a los 40ºC. Contiene una resina muy purgante de sabor fuerte y amargo y con un olor desagradable, de la que se pueden extraer glucósidos (brionina), tanino, fitoesteroles. Posee una fuerte acción catártica, diurética y emética. Se emplea para el tratamiento de la gota y el reumatismo bajo receta médica.
Toda la planta es venenosa y el simple contacto de la savia con la piel puede ocasionar urticaria y una dolorosa formación de ampollas. Las bayas son igualmente muy tóxicas y resultan peligrosas, especialmente para los niños.