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POZOS: Una vez separado en la era el grano de la paja, el...

Una vez separado en la era el grano de la paja, el centeno se echaba en las quilmas (saco de lino), al introducirlo se media mediante cuartales. Estos sacos se transportaban a la casa al hombro y el grano era guardado en grandes arcas. Un arca para el grano y otro para la harina.


Ordinariamente se amasaba solo con harina de centeno resultando un pan con un color oscuro, a partir de mediados del siglo veinte era mezclada con harina de trigo. El trigo también se cultivaba en el pueblo pero al ser zona de montaña el rendimiento era mucho menor que el del centeno.

La harina de centeno se amasaba con sal, agua y formiento. Se dejaba esponjar, La cantidad amasada solía ser para diez hogazas que pesaban algo más del kilo. Era la cantidad normal para unos quince días. Una vez hechas las hogazas se tapaban con con una sabana a la espera de introducirlas en el horno.

el humo producido por la combustión de los ramayos y de las urces, tanto en el horno como en el lar, escapaba entre la paja que constituía el tejado y más recientemente entre las losas de pizarra. En el horno se queman ramas de uz (brezo) u otros arbustos hasta caldearlo, arroxar el fornu. Una vez caliente se retiran las brasas a la puerta del horno, se barre el fondo con la lumbiella y se introducen las hogazas.
Cuando estaban cocidas se sacaban y se colocaban en el fornadeiro donde se consevaban varios días--.