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Control de la hipertensión

Muchas personas padecen de hipertensión arterial, que si bien representa un grave riesgo para la salud, puede controlarse. En muchos casos la hipertensión es consecuencia de la obesidad y de una mala alimentación. Si se complica con diabetes y una excesiva concentración de colesterol en la sangre, el riesgo de sufrir un infarto o un ataque de apoplejía resulta mucho mayor.

Infusión hipotensora

Este remedio ayuda a bajar la presión arterial alta. Las hojas, flores y bayas del espino tienen usos medicinales desde la Edad Media, y en la década de los 30 unos científicos franceses descubrieron que las hojas del olivo son hipotensoras e hipoglucemiantes; es decir, reducen tanto la presión arterial como la concentración de glucosa en la sangre.

20 g de hojas y flores de espino secas
20 g de hojas de olivo secas
20 g de hojas de dagga silvestre (oreja de león, Leonotis leonurus) secas
20 g de hojas de toronjil secas
Mezcle todos los ingredientes y guárdelos en un recipiente hermético. Para preparar la infusión, coloque una cucharadita colmada de la mezcla en una taza y agréguele 250 ml de agua hirviendo. Deje reposar la infusión durante 20 minutos, cuélela y, si lo desea, endúlcela con miel. Tome hasta tres tazas al día.

Vino de romero

Además de dar sabor a la comida, el romero estimula la circulación.

15 g de hojas de romero secas
750 ml (una botella) de vino blanco
Coloque el romero en una botella y vierta el vino sobre él. Cierre la botella con un corcho o tapón de rosca y deje macerar la mezcla durante cinco días. Vierta entonces el líquido a través de un tamiz fino en otra botella de cierre hermético. Tome una copa pequeña (45 ml) del vino en la comida y en la cena.

Para la buena circulación

El cuerpo está surcado por una extensa red de vasos que aseguran la afluencia de sangre a todos los órganos, a fin de que hasta la última célula reciba suficientes nutrientes y oxígeno. Como otros sistemas del cuerpo, el aparato circulatorio es susceptible de diversas enfermedades. Por ejemplo, el flujo de sangre a través de una vena o arteria puede quedar obstruido por depósitos de grasa, o el músculo de las paredes de un vaso puede debilitarse y entorpecer la circulación.

Hacer ejercicio con regularidad es la mejor manera de prevenir la mala circulación. Una dieta escasa en grasas saturadas, como las que están presentes en la carne y en los lácteos, también ayuda a conservar la salud de los vasos sanguíneos.

Si usted padece de mala circulación, pruebe alguno de los siguientes remedios tradicionales.

Té estimulante de la circulación

20 g de hojas y tallos de milenrama secos
20 g de hojas de romero secas
20 g de flores de saúco secas
20 g de hojas de ruda secas
Mezcle todos los ingredientes y guárdelos en un recipiente hermético. Para preparar el té, deje reposar una cucharadita colmada de la mezcla en 250 ml (una taza) de agua hirviendo durante 20 minutos. Cuele la infusión y, si lo desea, endúlcela con miel. Tome hasta tres tazas al día.

Baño de castaño de Indias para los pies

Las sustancias activas del castaño de Indias contribuyen a fortalecer los vasos sanguíneos.

15 g de hojas y frutos de castaño de Indias secos
2 cucharaditas de hojas de tomillo secas
2 cucharaditas de hojas de ortiga secas
500 ml (2 tazas) de agua
Mezcle los ingredientes secos y coloque dos cucharaditas de este preparado en un recipiente refractario. Haga hervir el agua, viértala sobre el preparado, deje reposar la infusión, cuélela y embotéllela. Agregue dos cucharadas de la infusión a cuatro litros de agua y utilice esta mezcla como baño de pies.