Impresiona saber que hay gente contagiada por el olor de sentimientos que nacen de las cosas sencillas, de la vida humilde que siempre impregnó el duro itinerario de nuestros padres. Muy bellas tus palabras, Pepe, delatan un amor sin reservas por lo que fue y aún, a´duras penas, sigue siendo el pueblo de Pozos. Un abrazo/eugenio