Quien nos lo iba a decir, que a estas alturas de la temporada, don Casiano, el alcalde, saliera del armario democrático y se nos descolgara con modos y costumbres de rancio abolengo.
O sea que en Prado solo quedáis rojos y como tales nos dejan castigados sin postre. Una vez que la sra. presidenta de la Diputación tiene a bien dar algunas migajas del presupuesto a los pueblos, va don Casiano y nos lo quita.
Y yo pregunto: ¿qué dicen los concejales de Prado, aunque sean del PePe?
O sea que en Prado solo quedáis rojos y como tales nos dejan castigados sin postre. Una vez que la sra. presidenta de la Diputación tiene a bien dar algunas migajas del presupuesto a los pueblos, va don Casiano y nos lo quita.
Y yo pregunto: ¿qué dicen los concejales de Prado, aunque sean del PePe?
Lo que hay que hacer es que cuando vaya por el pueblo echarle al pilón, eso como poco y siendo civilizados.
Pero al de arriba, que está más fria y el frio estimula las neuronas, deja correr la sangre y nos aclara las ideas en momentos de confusión.