En esta
casa, fué en la que yo, Anselmo Prada
León, pasé mi
juventud. Allí fué donde empecé a escribir mis primeros poemas, en ese
pueblo, donde tantos
amigos tengo, y del que tan orgulloso me encuentro.
Priaranza de mi alma, eres la dulce maravilla, esres soto y
labranza, eres la alegre armonía, donde la
amistad alcanza,
la esencia de la vida.
Hay aliento de frescura, en tu fértil
naturaleza, y un torrente de dulzura en tí a despertar empieza, con un hechizo de alabanza que cariñosamente despierta,
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