La Bodega de Sérgio,
acaricia la amistad
de ese bello lugar,
que rezuma la dulzura
de los racimos enjaulados,
que manan el mosto sagrado
para abrazar la hermosura
de esa amistad que perdura
a través de los tiempos,
mientras nos hacemos viejos
contemplando El Lagar.
En esa fresca Bodega,
se reza más que en la Iglesia,
mientras las cubas sueñan,
con todos los tiempos pasados,
y donde bebe el sentimiento
el néctar de la cosecha,
que alegra los deseos
de todos aquellos amigos
que brindan por la amistad
que Sérgio a todos nos da.
Es como un museo
la Bodega de Sérgio,
alli se guardan los recuerdos
de las herramientas oxidadas,
que son la historia de la labranza
que se hacía en Priaranza.
También se escuchan los ecos
de las alegres canciones
que resuenan en el corazón
y hacen despertar
la alegría y el buen humor.
Forasteros y bercianos
siempre tienen la Bodega abierta,
para saborear el buen vino
que Sérgio nos ofrece;
por eso yo oa digo:
Que no hay amigo como Sergio,
ni caballero más leal,
en todo El Bierzo onocido,
jamás habrá otro igual.
Tu amigo Anselmo Prada León
acaricia la amistad
de ese bello lugar,
que rezuma la dulzura
de los racimos enjaulados,
que manan el mosto sagrado
para abrazar la hermosura
de esa amistad que perdura
a través de los tiempos,
mientras nos hacemos viejos
contemplando El Lagar.
En esa fresca Bodega,
se reza más que en la Iglesia,
mientras las cubas sueñan,
con todos los tiempos pasados,
y donde bebe el sentimiento
el néctar de la cosecha,
que alegra los deseos
de todos aquellos amigos
que brindan por la amistad
que Sérgio a todos nos da.
Es como un museo
la Bodega de Sérgio,
alli se guardan los recuerdos
de las herramientas oxidadas,
que son la historia de la labranza
que se hacía en Priaranza.
También se escuchan los ecos
de las alegres canciones
que resuenan en el corazón
y hacen despertar
la alegría y el buen humor.
Forasteros y bercianos
siempre tienen la Bodega abierta,
para saborear el buen vino
que Sérgio nos ofrece;
por eso yo oa digo:
Que no hay amigo como Sergio,
ni caballero más leal,
en todo El Bierzo onocido,
jamás habrá otro igual.
Tu amigo Anselmo Prada León