En esta casa, fué en la que yo, Anselmo Prada León, pasé mi juventud. Allí fué donde empecé a escribir mis primeros poemas, en ese pueblo, donde tantos amigos tengo, y del que tan orgulloso me encuentro.
Priaranza de mi alma, eres la dulce maravilla, esres soto y labranza, eres la alegre armonía, donde la amistad alcanza,
la esencia de la vida.
Hay aliento de frescura, en tu fértil naturaleza, y un torrente de dulzura en tí a despertar empieza, con un hechizo de alabanza que cariñosamente despierta, cuando estoy en Priaranza.
Sotos de castaños viejos, con su aliento divino, viñas de maduros racimos que rezuman el buen vino, y tus frutos son tan sabrosos, que no hay un lugar en la tierra que se pueda comparar, con ese bello lugar, donde baila la amistad con su tradicional danza en la Glorieta de Priaranza
Anselmo Prada León
Priaranza de mi alma, eres la dulce maravilla, esres soto y labranza, eres la alegre armonía, donde la amistad alcanza,
la esencia de la vida.
Hay aliento de frescura, en tu fértil naturaleza, y un torrente de dulzura en tí a despertar empieza, con un hechizo de alabanza que cariñosamente despierta, cuando estoy en Priaranza.
Sotos de castaños viejos, con su aliento divino, viñas de maduros racimos que rezuman el buen vino, y tus frutos son tan sabrosos, que no hay un lugar en la tierra que se pueda comparar, con ese bello lugar, donde baila la amistad con su tradicional danza en la Glorieta de Priaranza
Anselmo Prada León