Hola a todos los que estais al otro lado del ordenador.
Carlos, me estás haciendo recordar cosas que creía borradas del disco duro de mi memoria.
He recordado los programas de mano de películas y otras cosas que coleccionaba mi tio. Como, unas cuantas cámaras fotográficas antiguas y monedas muy antiguas y de mucho valor. Recuerdo que lo guardaba en el desván, junto con las bandurrias de mi abuelo. Aquel desván al que subí en contadas ocasiones. Repleto asimismo de tebeos de mi tio Carlos, que siempre manejo demasiado dinero para su edad.
Sí que recuerdo a mi abuelo con su bandurria, pero no así a mi tio Javi. Créo que él siempre tuvo una especial sensibilidad para el arte. Pero el hecho de tener que ayudar en el negocio familiar, hizo que no expresára todo lo que yo sé que él llevába dentro.
Tambien me acuerdo del bar de la Porfiria, créo. ¿No era uno al que había que bajar algún peldaño?. Lo recuerdo más arriba de la iglesia. Y con poca luz.
Lo que ocurre con el tiempo es que uno, no sabe si ha visto las cosas ó se las ha imaginado...
Me ha sorprendido lo de la nieta de la Porfiria, y que nunca la haya relacionado con nadie del ayuntamiento. No por mi, sino por que alguien lo hubiera comentado en el pueblo.
El desaparecido tilo de la confi podría contar demasiadas historias por lo que léo. Véo que allí todos teniamos "novi@"en el pueblo.
Estába la rana tambien allí, pegada a la fachada. Y si cierro los ojos aún puedo oir los golpes de las fichas contra el hierro del animal. Y el sonido por el que sabías, aún sin mirar, que alguien había metido una por su bocaLos hombres se sentaban bajo el tilo con sus vasos de vino mientras jugaban. Y recuerdo sus risas. Y sus palabrotas, que a mi me parecían super-pecados.
Y es cierto que nadie cerraba la puerta. Es algo que se echa de menos, porque antes el pueblo era como la gran cocina de todos, y ahora los pestillos y llaves nos alejan del ladrón, pero tambien del vecino
Puertas abiertas y chillones niños correteando por esa carretera y las callejas. Todo bajo un túnel verde de acacias que cruzaba el pueblo.>Así sigue siendo Puente para mi. Aunque sólo sea en la memoria...
Gracias Carlos, por acercarme a cosas de mi familia que no sabía. O que había olvidado...
Un abrazo. ... (ver texto completo)
Carlos, me estás haciendo recordar cosas que creía borradas del disco duro de mi memoria.
He recordado los programas de mano de películas y otras cosas que coleccionaba mi tio. Como, unas cuantas cámaras fotográficas antiguas y monedas muy antiguas y de mucho valor. Recuerdo que lo guardaba en el desván, junto con las bandurrias de mi abuelo. Aquel desván al que subí en contadas ocasiones. Repleto asimismo de tebeos de mi tio Carlos, que siempre manejo demasiado dinero para su edad.
Sí que recuerdo a mi abuelo con su bandurria, pero no así a mi tio Javi. Créo que él siempre tuvo una especial sensibilidad para el arte. Pero el hecho de tener que ayudar en el negocio familiar, hizo que no expresára todo lo que yo sé que él llevába dentro.
Tambien me acuerdo del bar de la Porfiria, créo. ¿No era uno al que había que bajar algún peldaño?. Lo recuerdo más arriba de la iglesia. Y con poca luz.
Lo que ocurre con el tiempo es que uno, no sabe si ha visto las cosas ó se las ha imaginado...
Me ha sorprendido lo de la nieta de la Porfiria, y que nunca la haya relacionado con nadie del ayuntamiento. No por mi, sino por que alguien lo hubiera comentado en el pueblo.
El desaparecido tilo de la confi podría contar demasiadas historias por lo que léo. Véo que allí todos teniamos "novi@"en el pueblo.
Estába la rana tambien allí, pegada a la fachada. Y si cierro los ojos aún puedo oir los golpes de las fichas contra el hierro del animal. Y el sonido por el que sabías, aún sin mirar, que alguien había metido una por su bocaLos hombres se sentaban bajo el tilo con sus vasos de vino mientras jugaban. Y recuerdo sus risas. Y sus palabrotas, que a mi me parecían super-pecados.
Y es cierto que nadie cerraba la puerta. Es algo que se echa de menos, porque antes el pueblo era como la gran cocina de todos, y ahora los pestillos y llaves nos alejan del ladrón, pero tambien del vecino
Puertas abiertas y chillones niños correteando por esa carretera y las callejas. Todo bajo un túnel verde de acacias que cruzaba el pueblo.>Así sigue siendo Puente para mi. Aunque sólo sea en la memoria...
Gracias Carlos, por acercarme a cosas de mi familia que no sabía. O que había olvidado...
Un abrazo. ... (ver texto completo)