Sí, siempre decías: "quédate", y al final, tú volviste a la
calle.
Cuero negro y ganas de beber, sin saber en qué
barrio quedarte. Disneylandia, no existe ya para ti.
Vueltas en la cama sin parar,
no está mal, sólo duermo más ancho.
Nadie viene nunca, ¿dónde están?
No han llamado más, no me echarán de menos.
Yo rompia el tiempo sin saber ni qué hacer, ni a qué carta quedarme. ¡Dios! La de problemas que me da, pero no está mal, si tú te vas me muero. Me decías, por la
noche a dónde iré...