El verano es el sí a la vida: abre los brazos y descubre todo lo que abarcas como humano. Un cuenco sólo puede contener cuando está vacío, abierto a colmarse. El no es cerrar la puerta a lo nuevo. La estrecha comodidad de lo conocido. Manejable pero limitada. Sin sorpresas no hay intensidad. Sin riesgo no hay aventura… Así que deja lugar en tu vida para la confianza y la celebración.