En la tierra desnuda,
y un frio viento, de cara,
con
nieve menuda.
Me eché a caminar
por una encinar de
sombra;
la sombra de un encinar.
El sol las nubes rompía
con sus trompetas de plata.
La nieve ya no caía.
La vi un momento asomar
en las
torres del olvido.
Quise y no pude gritar.