Mujer, el galán y afable caballero que amas
y el dragón de piensa sinuosa y torturada que temes
es un monstruo bicéfalo capaz de las caricias más tiernas,
generador también de una violencia repentina y cruel.
Mujer, tu hogar es una caverna con hipoteca,
una guarida lóbrego y amargo de lunas eclipsadas
dónde estás ligada a una cadena de eslabones invisibles,
difícil de arrastrar, imposible de romper.
Mujer, la estima y el odio, el miedo y el desencanto
forniquen rellenándolo la cabeza de enloquecida mariposas,
mientras las despojos enagrides del amor llenen
con los charcos del rencor el suelo por donde caminas.
Mujer, el paraíso es la huida soñada, inalcanzable,
el purgatorio del habitáculo donde mastiques la pena,
el limbo el surco húmedo donde es occidente la joya,
el infierno el azul infringido sobre tu epidermis.
Manel Alonso i Catalán
y el dragón de piensa sinuosa y torturada que temes
es un monstruo bicéfalo capaz de las caricias más tiernas,
generador también de una violencia repentina y cruel.
Mujer, tu hogar es una caverna con hipoteca,
una guarida lóbrego y amargo de lunas eclipsadas
dónde estás ligada a una cadena de eslabones invisibles,
difícil de arrastrar, imposible de romper.
Mujer, la estima y el odio, el miedo y el desencanto
forniquen rellenándolo la cabeza de enloquecida mariposas,
mientras las despojos enagrides del amor llenen
con los charcos del rencor el suelo por donde caminas.
Mujer, el paraíso es la huida soñada, inalcanzable,
el purgatorio del habitáculo donde mastiques la pena,
el limbo el surco húmedo donde es occidente la joya,
el infierno el azul infringido sobre tu epidermis.
Manel Alonso i Catalán