REINA DE LOS MARTIRES, CONFESORES, SANTOS. San Tarcisio era un niño y lo mataron por defender la eucaristía; es un mártir y Dios se lo llevó derechito para el cielo con los santos, eso fue en tiempo de los primeros cristianos, pero todavía, hoy en muchos países, al que confiesa: Soy Cristiano, ¡chupulún! lo dejan frío, aunque no haya hecho nunca nada malo, como le hicieron al propio Jesús clavándolo en la cruz. Papá llegó hoy del trabajo muy preocupado y me explicó que hay un martirio que nos toca a todos, el martirio del pellizquito de cada día, que nos mata de a poquito, pero el que lo lleva con alegría, sin quejarse mucho ni refunfuñar, ofreciéndoselo a Dios, llega a santo y se gana el cielo. Vale la pena el esfuerzo en tu compañía.