Reían los molinos.
Callaban los gigantes.
Los vio con su escudero
el caballero andante.
Gigantes o molinos.
Molinos o gigantes.
Con Don Quijote a cuestas
temblaba Rocinante.
Y con su lanza en ristre,
tan loco y arrogante,
contra uno arremetió
el caballero andante.
Las aspas le rompieron
su sueño en un instante,
movidas por el viento
furioso y desafiante.
En el suelo, quimeras.
Maltrecho, su talante.
Sus ojos se cubrieron
de lágrimas brillantes.
Giraban los molinos.
Huyeron los gigantes.
Ensueños y visiones
del caballero andante..
Callaban los gigantes.
Los vio con su escudero
el caballero andante.
Gigantes o molinos.
Molinos o gigantes.
Con Don Quijote a cuestas
temblaba Rocinante.
Y con su lanza en ristre,
tan loco y arrogante,
contra uno arremetió
el caballero andante.
Las aspas le rompieron
su sueño en un instante,
movidas por el viento
furioso y desafiante.
En el suelo, quimeras.
Maltrecho, su talante.
Sus ojos se cubrieron
de lágrimas brillantes.
Giraban los molinos.
Huyeron los gigantes.
Ensueños y visiones
del caballero andante..