PUENTE ALMUHEY: Buenso días, Piamez...

Sobre la limpia arena, en el tartesio llano
por donde acaba España y sigue el mar,
hay dos hombres que apoyan la cabeza en la mano;
uno duerme, y el otro parece meditar.
El uno, en la mañana de tibia primavera,
junto a la mar tranquila,
ha puesto entre sus ojos y el mar que reverbera,
los párpados, que borran el mar en la pupila.
Y se ha dormido, y sueña con el pastor proteo,
que sabe los rebaños del marino guardar;
y sueña que le llaman las hijas de Nereo,
y ha oido a los caballos de Poseidón hablar.
El otro mira el agua. Su pensamiento flota;
hijo del mar, navega -o se pone a volar-
Su pensamiento tiene un vuelo de gaviota,
que ha visto un pez de plata en el agua saltar.
Y piensa: <<Es esta vida una ilusión marina
de un pescador que un día ya no puede pescar>>.
El soñador ha visto que el mar se ilumina,
y sueña que es la muerte una ilusión del mar.

Buenso días, Piamez
Gracis por acercarnos a Machado, al pensanmiento, al sueño y a la mar.
Besos.