En la diversidad esta el gusto. Siempre me digo a mi mismo que: si con uno solo de mis versos fuese capaz de enternecer, alegrar, o emocionar a una sola persona, todo lo que he escrito ya habría merecido la pena, pero no por el orgullo de llegar al corazón de nadie, porque esa persona, a buen seguro, en un momento de su vida, vivió al parecido a lo que yo sentí cuando fué escrito.
Un beso para los dos.
Un beso para los dos.