---Cantan los gallos el dia,
Yérguete, mi bien, y parte.
-- ¿Cómo partir, queridiña,
cómo partir y dejarte?
--De esos tus ojillos negros
como cuentas relumbrantes,
hasta estas manos unidas
lágrimas ardientes caen.
¿Como partir si te quiero?
¿Cómo partir y dejarte?
si con la lengua me alejas,
con el corazón me atraes.
En un rincon de tu lecho
cariñosa me abrigaste;
con tu manso calorcito
mi pies frios calentaste;
y desde aquí juntos vimos
por entre el verde remaje
cómo corria la luna
por encima los pinares.
¿Cómo quieres que te deje?
¿Cómo que de ti me aparte
si más que miel eres dulce
y más que las flores suave?
--Brujillo, brujito, brujo,
brujo que me enamoraste,
vete, brujo, de mi lado
antes de que el sol levante.
--Sigue durmiendo, querida,
en las ondas de los mares.
duerme por que me acaricies
y por que amante me llames,
que sólo a tu lado, niña,
puedo contento alegrarme.
--Ya cantan los pajarillos,
Yérguete, mi bien, que es tarde.
--Deja que canten, Mariña;
Mariña, deja que canten...
Si tu sientes que me vaya,
yo me muero por quedarme
--A mi lado, queridiño,
media noche ya pasaste.
--Más en tanto tu dormias
me contente con mirarte.
que así. sonriendo entre sueños,
pensaba que eras un ángel
y no con tanta pureza
al pie de un ángel velase.
--Así te quiero, mi bien,
cómo un santo en los alteres;
mas huye... que el sol dorado
por sobre los montes sale.
--Me iré, pero dame un beso
antes que de ti me aparte,
que esos labiños de rosa
aún no sé a cómo saben.
--Con mil amores lo diera;
mas tengo que confesarme,
y fuera mucha verguenza
tener pecado tan grande.
--Pues confiésate, Mariña,
que cuando casar nos casen,
no te han de valer, chiquilla,
ni confesores ni frailes.
¡Adios, carita de rosa!
--- ¡Rapaciño, Dios te guarde!
Yérguete, mi bien, y parte.
-- ¿Cómo partir, queridiña,
cómo partir y dejarte?
--De esos tus ojillos negros
como cuentas relumbrantes,
hasta estas manos unidas
lágrimas ardientes caen.
¿Como partir si te quiero?
¿Cómo partir y dejarte?
si con la lengua me alejas,
con el corazón me atraes.
En un rincon de tu lecho
cariñosa me abrigaste;
con tu manso calorcito
mi pies frios calentaste;
y desde aquí juntos vimos
por entre el verde remaje
cómo corria la luna
por encima los pinares.
¿Cómo quieres que te deje?
¿Cómo que de ti me aparte
si más que miel eres dulce
y más que las flores suave?
--Brujillo, brujito, brujo,
brujo que me enamoraste,
vete, brujo, de mi lado
antes de que el sol levante.
--Sigue durmiendo, querida,
en las ondas de los mares.
duerme por que me acaricies
y por que amante me llames,
que sólo a tu lado, niña,
puedo contento alegrarme.
--Ya cantan los pajarillos,
Yérguete, mi bien, que es tarde.
--Deja que canten, Mariña;
Mariña, deja que canten...
Si tu sientes que me vaya,
yo me muero por quedarme
--A mi lado, queridiño,
media noche ya pasaste.
--Más en tanto tu dormias
me contente con mirarte.
que así. sonriendo entre sueños,
pensaba que eras un ángel
y no con tanta pureza
al pie de un ángel velase.
--Así te quiero, mi bien,
cómo un santo en los alteres;
mas huye... que el sol dorado
por sobre los montes sale.
--Me iré, pero dame un beso
antes que de ti me aparte,
que esos labiños de rosa
aún no sé a cómo saben.
--Con mil amores lo diera;
mas tengo que confesarme,
y fuera mucha verguenza
tener pecado tan grande.
--Pues confiésate, Mariña,
que cuando casar nos casen,
no te han de valer, chiquilla,
ni confesores ni frailes.
¡Adios, carita de rosa!
--- ¡Rapaciño, Dios te guarde!