Para curar la irritación del culito de los niños, en Salorino (Cáceres) se seguía este ritual: se preparaba un tazón con agua, se untaba el dedo en aceite y se iban dejando caer gotas sobre el agua al tiempo que se recitaba lo siguiente:
La luna de Dios
por aquí pasó,
el color de Fulano
se lo llevó
y el suyo quedó.
Se seguía echando aceite y se añadía:
La luna de Dios
volverá a pasar,
y el color de Fulano dejará
y el suyo llevará.
PARA CURAR UNA HERIDA
Cuando un niño se cae y se hace daño o una pequeña herida, se le recita el siguiente ensalmo, pasando suavemente la mano sobre la parte dañada:
Sana, sana,
culito de rana,
si no sanas hoy,
sanarás mañana.
La luna de Dios
por aquí pasó,
el color de Fulano
se lo llevó
y el suyo quedó.
Se seguía echando aceite y se añadía:
La luna de Dios
volverá a pasar,
y el color de Fulano dejará
y el suyo llevará.
PARA CURAR UNA HERIDA
Cuando un niño se cae y se hace daño o una pequeña herida, se le recita el siguiente ensalmo, pasando suavemente la mano sobre la parte dañada:
Sana, sana,
culito de rana,
si no sanas hoy,
sanarás mañana.