Arroja tantos garbanzos como verrugas tengas a un pozo, por el que no deberás a volver a pasar jamás en la vida. Las verrugas desaparecen, dicen.
Entierra tantos garbanzos como verrugas tengas y orinas encima. No debes volver a pasar por allí nunca jamás. Las verrugas desaparecen, dicen.
Lía un trozo de tocino en un trozo de tela y ponlo bajo una piedra, por donde no volverás a pasar nunca. A medida que se va secando el tocino, también se van secando las verrugas.
En el momento de abandonar los garbanzos o el tocino, recita:
Verrugas traigo, verrugas vendo.
Aquí las dejo y salgo corriendo.
Entierra tantos garbanzos como verrugas tengas y orinas encima. No debes volver a pasar por allí nunca jamás. Las verrugas desaparecen, dicen.
Lía un trozo de tocino en un trozo de tela y ponlo bajo una piedra, por donde no volverás a pasar nunca. A medida que se va secando el tocino, también se van secando las verrugas.
En el momento de abandonar los garbanzos o el tocino, recita:
Verrugas traigo, verrugas vendo.
Aquí las dejo y salgo corriendo.