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PUENTE ALMUHEY: No se si Ella supo alguna vez que uno se queda solo...

Mw ha gustado mucho lo que has escrito, eres un AS, hasta mañana y que nos pongas algo muy bonito como todos los dias. Marimar

No se si Ella supo alguna vez que uno se queda solo de repente, y ve como la lluvia golpea los cristales... Y que la lluvia dibuja lineas irregulares, sobre la superficie lisa y fría. Yo leo palabras en el silencio. Yo regreso de mi memoria y en una especie de soliloquio, verseo.

"No, Ella no sabrá nunca, ella no me dio tiempo a poder decirle:! Eres bella! Nunca, se hicieron palabras mis pensamientos. Tal vez solo adivinaste una especie de devoción a tu presencia, si porque yo siempre entraba primero en aquel autobús, en el que me dibujabas sentimientos desconocidos. Yo viajaBa siempre de pie, lo mas cerca posible de donde estabas sentada. Se me hacían largos los domingos, y ante el espejo, en mi habitación ensayaba como decirte:! Hola! Esperaba anhelante la llegada del Lunes. que tal vez me bridaría alguna de tus miradas.
Ya hacía "muchos viajes" que te conocía, y nada sabía de tu voz. Siempre leías.
Por fin llegó el día que encontre asiento, y tu ocupaste el de al lado: Leías. Me ignorabas. Mi mirada recorrería alguna línea de tu libro: hablaba de amor.. A hurtadilas te miraba tus ojos, que pestañeaban, a cada segundo. Sentí en calor de tu brazo sobre el mío, de perfil tus labios que algo pronunciaban, algo en el reino de nuestro silencio. Creí sentir un ligero temblor de tu brazo. hasta creo sentí el latir de tu corazón...! Su yo pudiera, si yo supiera!..
-! Me permite!...
-Si.. si. -Balbuceé-Yo tambien bajo en esta parada.
"! Que estupidez y que cobardía! -Me dije para mis adentros caminando tras ella. Para luego verla perdese en una de las calles adyacentes. Yo hacçia el camino a `pie hasta la otra parada.
Y nunca conicidíamos en el regreso.
Y llegaba la noche, y en su sombra, y en mi silencio"te contaba mil cosas. te llevaba de la mano, en el recuerdo, hasta un hermoso parque, y, luego hasta una pradera llena de flores. Y tu me sonreías. Y una luna hemosa nos alumbraba luego en la noche, y teponias acontar estrellas. Y yo te decía treparía un día hasta allá arriba y te aría un ramo con las mas bellas. Otras veces te conducía hasta un río y entre los juncales te colmaba de besos. Y cantaba el agua sobre las piedras de vado. Otras tardes te llevaba a una playa que llamábamos nuestra
y te robé un beso y luego otros... y el Sol tambien besaba tus senos desnudos.
Y amanecíamos fuego en el resplandor del alba.
Y...! E despertador! Y la prisa. Y la realidad: la parada del autobús. Y, hermosa, y radiante, te acercabas. Y te miré. Y supe de la mirada de tus ojos, Y se conocieron. Y se hablaron en silencio. Y te cedía el asiento. Gracias... y abriste tu grueso libro...
-! Creo que hemos llegado! -digiste: digiste: "Hemos llegado" decías con una sonrisa que yo besaría a la noche siguiente.
Aque día avancé hasta bla esquina. Avanzabas calle arriba de tus pasos menudos... te detuviste, levantaste tu mano, me enviaste un adiós.
A la mañana siguiente, no hiciste acto de presencia, ni la otra, ni ninguna otra. Me acerque a la que, luego llamaría "calle del adiós", y, no sabía tu nombre.
Te marchaste sin saber habías entrado en mi vida.
Despareciste si saber que te pienso.
Libertad

Estarás... estarás en alguna parte y sin saber que te pienso.