¿Otra vez los ovnis?
Inglaterra acaba de desclasificar un incidente que casi provoca una tragedia aérea. España también desveló casos, como el ocurrido en Puente Almuhey
Imagen conocida de un OVNI, que no siempre se corresponde con lo que afirman los testigos.
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Expediente Puente Almuhey: no hubo caso
España tiene 2.000 informes sin desclasificar
Manuel C. Cachafeiro León
Un avión comercial que se disponía a aterrizar en el aeropuerto londinense de Heathrow estuvo cerca de chocar contra un Objeto Volador No Identificado (ovni), decía un titular de prensa de esta misma semana. Los principales medios de comunicación de Europa, y de España también, se hicieron eco el pasado lunes de unos documentos que el Ministerio británico de Defensa acaba de desclasificar. El incidente tuvo lugar hace 17 años y, según esa información oficial, el caso fue investigado por la Autoridad de Aviación Civil y el Ejército de Su Majestad. Gran Bretaña decidió cerrar el caso como asunto no resuelto tras llegar a la conclusión de que no era ni un misil, ni un globo meteorológico, ni un cohete espacial.
Y es que los objetos volantes vuelven a estar de actualidad. Y no sólo en Londres; también aquí en León. Según versiones recogidas por el portal www. milenio. com “tres objetos voladores no identificados habrían sido filmados el pasado domingo 28 de septiembre en la ciudad de León, en España”. “Los tres objetos —se explica en la página— fueron divisados por un grupo de personas que se encontraban en las afueras de la Catedral de esa ciudad española”. La información se acompaña de una supuesta imagen del avistamiento: “Como puede apreciarse en las imágenes, a primera impresión, los tres cuerpos extraños parecen nada más que unas luces color blanco o globos. Sin embargo, al hacer un acercamiento con la cámara, dos de los objetos desaparecieron en tanto que el tercero comenzó a moverse con fluidez y a cambiar su forma”.
Los ovnis son como la religión. Hay que creer, pero del mismo modo que en Inglaterra han salido ahora a la luz documentos secretos de supuestos avistamientos, también en España y en León se hicieron públicos. El Ministerio de Defensa tiene desclasificado un incidente en Puente Almuhey, provincia de León. El documento, que se puede ‘bajar’ en la página web del Ministerio de Defensa, está fechado en 1968 y corresponde a una investigación oficial y confidencial del Estado Mayor, sección de Inteligencia.
Bajo el epígrafe de “Avistamiento de fenómenos extraños”, se describen tres supuestas presencias de ovnis los días 24 de noviembre y 8 y 10 de diciembre de aquel año, en pleno franquismo. Por aquel incidente fueron interrogadas varias personas y, tras un estudio de las declaraciones, se concluyó que “la escasez de datos impide aventurar hipótesis justificativas del fenómeno con un grado suficiente de fiabilidad”.
El primer avistamiento, según el informe, tuvo lugar el 24 de noviembre de 1968: “Dos testigos —se afirma en el documento— señalan un objeto avistado sobre las 22 horas. El fenómeno tiene una duración de 10 a 15 minutos (...) No tiene movilidad o es muy lenta. Coloración rojiza. Existen discrepancias en cuanto a su aspecto (cuerno con evolución de forma y disco que se descompone y regenera”.
El segundo se produjo 15 días después, el 8 de diciembre. Esta vez no fueron dos sino tres las personas que vieron supuestamente el objeto volante no identificado. “La ubicación en espacio y tiempo coincide razonablemente”, se afirma en el documento, donde también se describen algunas discrepancias sobre la forma —círculo, esfera, ovoide o farol— y se añade que “el color es entre amarillo y blanco, con movimiento lento”.
El tercer y último avistamiento, el 10 de diciembre, lo ven también tres testigos, que afirman que “la luz es blanca, la forma ovoide/redonda y el movimiento lento”.
Pese a que el documento, firmado por el oficial de Inteligencia, concluye que“no se aprecian motivos que aconsejen mantener el expediente como clasificado”, hasta 30 años después no ha dejado de tener el sello de secreto.
El expediente añade, además de las declaraciones, otros informes. Uno de ellos es del teniente general de la Primera Región Aérea, que el 22 de enero de 1969 achaca en una carta dirigida al general jefe del Estado Mayor del Aire que “de una manera muy remota podría pensarse que el primero de los casos —el del 24 de noviembre de 1968— se tratara del ocaso de la Luna y el segundo —los días 8 y 10 de diciembre de ese año—a algún planeta, siempre en especiales condiciones de mala visibilidad o de nubes bajas”.
En la Base Aérea de La Virgen del Camino no es que lo tuvieran tan claro. De hecho, no llegan a la misma conclusión que el máximo responsable de la Primera Región Área. Además de describir lo que supuestamente vieron los testigos del fenómeno, sólo añaden de su puño y letra en su informe: “Consultado al meteorólogo del Aeródromo, no encontró similitud con ningún fenómeno atmosférico que se hubiese producido en esos días”.
Juan José Benítez, el máximo experto español en este tipo de avistamientos, aseguró hace unos meses en una conferencia que el proceso de desclasificación del archivo ovni del Ejército del Aire español, realizado desde 1992, ha sido un “fraude”, ya que, según afirma, en los expedientes se incluyeron conclusiones de un grupo de civiles “escépticos” con el fenómeno.
En su página web (www. jjbenitez. com) ha realizado un amplio informe sobre los documentos desclasificados como el de Puente Almuhey y ha llegado a la conclusión de que un grupo de siete civiles —seis españoles y un estadounidense— colaboraron con el Servicio de Inteligencia Militar del Ejército del Aire en la desclasificación de los expedientes, pero con el objetivo de “refutar” los avistamientos.
Este grupo de civiles, señala Benítez, estuvo encabezado por Vicente Juan Ballester Olmos, director de investigaciones de la Fundación Anomalía, entidad escéptica con el fenómeno ovni, y compuesta asimismo por Manuel Borraz, Juan Antonio Fernández Peris, Miguel Guasp, Joan Plana, Willy Smith y Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona.
Los nombres de estas personas y su trabajo “secreto” en la desclasificación ovni figura, según indica Benítez, en un total de 58 cartas confidenciales que entregó en 2004 Willy Smith, doctor en Física de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), experto en energía atómica e investigador ufológico, fallecido en 2006.
Benítez afirma que las conclusiones de estas personas eran remitidas al Ejército del Aire y éste, si lo consideraba oportuno, las incluía en los informes desclasificados.
Entre 1992 y 1998 fueron desclasificados 87 expedientes, con algo más de mil ochocientos folios. En ninguno se llega a una conclusión, sino que son “informes desnudos, que es como se deberían haber desclasificado”. Además, el investigador sostiene que“los documentos en sí mismos están manipulados, censurados, faltan folios” y también “faltan expedientes”, sobre “los casos grandes, los graves, los más espectaculares; esos no han salido nunca a la luz ni saldrán, probablemente”.
Por su parte, el astrofísico y el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, reconoce que colaboró en este proceso de desclasificación de expedientes, pero ha resaltado que Benítez “mezcla los datos con sus opiniones y además con ánimo injurioso”.
En el informe de Puente Almuhey figuran las declaraciones de los testigos, todas ellas con fecha de 14 de diciembre de 1968 y con el nombre tachado con la palabra ‘confidencial’. Se trata de un guarda agujas de Valle de las Casas de 44 años de edad, una ama de casa de Puente Almuhey de 41 años, otra mujer de 32 años, un industrial de 42, el jefe de la estación de Puente Almuhey y un mecánico de 19 años. Si algo pasó, ya nadie se acuerda en el pueblo.
Inglaterra acaba de desclasificar un incidente que casi provoca una tragedia aérea. España también desveló casos, como el ocurrido en Puente Almuhey
Imagen conocida de un OVNI, que no siempre se corresponde con lo que afirman los testigos.
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España tiene 2.000 informes sin desclasificar
Manuel C. Cachafeiro León
Un avión comercial que se disponía a aterrizar en el aeropuerto londinense de Heathrow estuvo cerca de chocar contra un Objeto Volador No Identificado (ovni), decía un titular de prensa de esta misma semana. Los principales medios de comunicación de Europa, y de España también, se hicieron eco el pasado lunes de unos documentos que el Ministerio británico de Defensa acaba de desclasificar. El incidente tuvo lugar hace 17 años y, según esa información oficial, el caso fue investigado por la Autoridad de Aviación Civil y el Ejército de Su Majestad. Gran Bretaña decidió cerrar el caso como asunto no resuelto tras llegar a la conclusión de que no era ni un misil, ni un globo meteorológico, ni un cohete espacial.
Y es que los objetos volantes vuelven a estar de actualidad. Y no sólo en Londres; también aquí en León. Según versiones recogidas por el portal www. milenio. com “tres objetos voladores no identificados habrían sido filmados el pasado domingo 28 de septiembre en la ciudad de León, en España”. “Los tres objetos —se explica en la página— fueron divisados por un grupo de personas que se encontraban en las afueras de la Catedral de esa ciudad española”. La información se acompaña de una supuesta imagen del avistamiento: “Como puede apreciarse en las imágenes, a primera impresión, los tres cuerpos extraños parecen nada más que unas luces color blanco o globos. Sin embargo, al hacer un acercamiento con la cámara, dos de los objetos desaparecieron en tanto que el tercero comenzó a moverse con fluidez y a cambiar su forma”.
Los ovnis son como la religión. Hay que creer, pero del mismo modo que en Inglaterra han salido ahora a la luz documentos secretos de supuestos avistamientos, también en España y en León se hicieron públicos. El Ministerio de Defensa tiene desclasificado un incidente en Puente Almuhey, provincia de León. El documento, que se puede ‘bajar’ en la página web del Ministerio de Defensa, está fechado en 1968 y corresponde a una investigación oficial y confidencial del Estado Mayor, sección de Inteligencia.
Bajo el epígrafe de “Avistamiento de fenómenos extraños”, se describen tres supuestas presencias de ovnis los días 24 de noviembre y 8 y 10 de diciembre de aquel año, en pleno franquismo. Por aquel incidente fueron interrogadas varias personas y, tras un estudio de las declaraciones, se concluyó que “la escasez de datos impide aventurar hipótesis justificativas del fenómeno con un grado suficiente de fiabilidad”.
El primer avistamiento, según el informe, tuvo lugar el 24 de noviembre de 1968: “Dos testigos —se afirma en el documento— señalan un objeto avistado sobre las 22 horas. El fenómeno tiene una duración de 10 a 15 minutos (...) No tiene movilidad o es muy lenta. Coloración rojiza. Existen discrepancias en cuanto a su aspecto (cuerno con evolución de forma y disco que se descompone y regenera”.
El segundo se produjo 15 días después, el 8 de diciembre. Esta vez no fueron dos sino tres las personas que vieron supuestamente el objeto volante no identificado. “La ubicación en espacio y tiempo coincide razonablemente”, se afirma en el documento, donde también se describen algunas discrepancias sobre la forma —círculo, esfera, ovoide o farol— y se añade que “el color es entre amarillo y blanco, con movimiento lento”.
El tercer y último avistamiento, el 10 de diciembre, lo ven también tres testigos, que afirman que “la luz es blanca, la forma ovoide/redonda y el movimiento lento”.
Pese a que el documento, firmado por el oficial de Inteligencia, concluye que“no se aprecian motivos que aconsejen mantener el expediente como clasificado”, hasta 30 años después no ha dejado de tener el sello de secreto.
El expediente añade, además de las declaraciones, otros informes. Uno de ellos es del teniente general de la Primera Región Aérea, que el 22 de enero de 1969 achaca en una carta dirigida al general jefe del Estado Mayor del Aire que “de una manera muy remota podría pensarse que el primero de los casos —el del 24 de noviembre de 1968— se tratara del ocaso de la Luna y el segundo —los días 8 y 10 de diciembre de ese año—a algún planeta, siempre en especiales condiciones de mala visibilidad o de nubes bajas”.
En la Base Aérea de La Virgen del Camino no es que lo tuvieran tan claro. De hecho, no llegan a la misma conclusión que el máximo responsable de la Primera Región Área. Además de describir lo que supuestamente vieron los testigos del fenómeno, sólo añaden de su puño y letra en su informe: “Consultado al meteorólogo del Aeródromo, no encontró similitud con ningún fenómeno atmosférico que se hubiese producido en esos días”.
Juan José Benítez, el máximo experto español en este tipo de avistamientos, aseguró hace unos meses en una conferencia que el proceso de desclasificación del archivo ovni del Ejército del Aire español, realizado desde 1992, ha sido un “fraude”, ya que, según afirma, en los expedientes se incluyeron conclusiones de un grupo de civiles “escépticos” con el fenómeno.
En su página web (www. jjbenitez. com) ha realizado un amplio informe sobre los documentos desclasificados como el de Puente Almuhey y ha llegado a la conclusión de que un grupo de siete civiles —seis españoles y un estadounidense— colaboraron con el Servicio de Inteligencia Militar del Ejército del Aire en la desclasificación de los expedientes, pero con el objetivo de “refutar” los avistamientos.
Este grupo de civiles, señala Benítez, estuvo encabezado por Vicente Juan Ballester Olmos, director de investigaciones de la Fundación Anomalía, entidad escéptica con el fenómeno ovni, y compuesta asimismo por Manuel Borraz, Juan Antonio Fernández Peris, Miguel Guasp, Joan Plana, Willy Smith y Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona.
Los nombres de estas personas y su trabajo “secreto” en la desclasificación ovni figura, según indica Benítez, en un total de 58 cartas confidenciales que entregó en 2004 Willy Smith, doctor en Física de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), experto en energía atómica e investigador ufológico, fallecido en 2006.
Benítez afirma que las conclusiones de estas personas eran remitidas al Ejército del Aire y éste, si lo consideraba oportuno, las incluía en los informes desclasificados.
Entre 1992 y 1998 fueron desclasificados 87 expedientes, con algo más de mil ochocientos folios. En ninguno se llega a una conclusión, sino que son “informes desnudos, que es como se deberían haber desclasificado”. Además, el investigador sostiene que“los documentos en sí mismos están manipulados, censurados, faltan folios” y también “faltan expedientes”, sobre “los casos grandes, los graves, los más espectaculares; esos no han salido nunca a la luz ni saldrán, probablemente”.
Por su parte, el astrofísico y el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia, reconoce que colaboró en este proceso de desclasificación de expedientes, pero ha resaltado que Benítez “mezcla los datos con sus opiniones y además con ánimo injurioso”.
En el informe de Puente Almuhey figuran las declaraciones de los testigos, todas ellas con fecha de 14 de diciembre de 1968 y con el nombre tachado con la palabra ‘confidencial’. Se trata de un guarda agujas de Valle de las Casas de 44 años de edad, una ama de casa de Puente Almuhey de 41 años, otra mujer de 32 años, un industrial de 42, el jefe de la estación de Puente Almuhey y un mecánico de 19 años. Si algo pasó, ya nadie se acuerda en el pueblo.