Ofertas de luz y gas

PUENTE ALMUHEY: I....

I.
Muy temprano vienes, niña,
por estos jardines bellos,
por esta oscura arboleda,
por estos lindos paseos!
Llevas rosas en la falda,
llevas rosas en el pecho...
¡pobre de la hermosa niña
si la ven los jardineros!
Las rosas de estos rosales
no robes, niña, a su dueño,
pues en tus mejillas tienes
rosas de color más bello,
de más virginal pureza,
de más vida, de más precio,
ni dejes tan de mañana
la blancura de tu lecho,
la custodia de tu madre,
la dulce paz de tu sueño,
pues aunque en estos jardines
es el ambiente muy fresco,
cantan muy dulce las aves,
son claros los arroyuelos,
es toda perfume al aura
y es todo flores el suelo,
pudieran equivocarte
con las rosas los mancebos
y alguno de ellos cogerte
y desojarte en su seno,
porque las niñas son flores
que hasta las desoja el viento.

II.
Pero si las bellas rosas
no son el único objeto
por quien dejas tan temprano
la blandura de tu lecho,
la custodia de tu madre,
la dulce paz de tu sueño;
si buscas tan de mañana
a algún gentíl jardinero
que te regala las rosas
con que adornada te veo,
no le busques tan temprano
en estos jardines bellos,
en esta oscura arboleda,
en estos lindos paseos,
que eres una fresca rosa
de los jardines del cielo
y a los jardineros gustan
rosas del jardin ajeno.
Eres debil como niña
y él fuerte como mancebo;
¿quien sucumbirá en la lucha,
la niña ó el jardinero?
y si en la lucha sucumbes,
dí ¿qué será de ti luego,
y qué de la dulce madre
que al coronarte de besos
te llama su luz, su gloria,
su vida, su Dios, su cielo?
¡Oh niña, torna a su lado,
torna al abrigo materno,
porque las niñas son flores
que hasta las desoja el viento.