Un
amigo se queja con otro:
- ¡Otra vez los cuervos me han comido la cosecha!
- Haz como yo, pon un espantapájaros.
- Lo puse, pero como si nada.
- Pégale una
foto de mi suegra.
- ¿Es efectivo?
- ¡Cómo no!, cuando lo hice no sólo no me comieron la cosecha, sino que me devolvieron la del año pasado.