Aquella cálida noche
de primavera
en la que una radiante
luna
brillaba espléndida
bajo un bello cielo estrellado
se asomó a la ventana
de su habitación
metió su mano en el bolsillo
derecho del pantalón
de su pijama
de raso azul celeste
y sacando polvo mágico de estrellas
lo dejó caer
sobre su cabeza
sobre sus hombros
sobre su cuerpo
sobre su cara
sobre sus piernas
y saltó al vacío.
No recordaba haber tenido
un pensamiento hermoso
nunca, jamás
pero de pronto le asaltó uno
y luego otro
y después un tercero
y su caída se detuvo al instante
y suave remontó el vuelo
y se elevó más
un poco más
y más…
allí quedaron bajo sus pies
su casa su barrio
su ciudad su vida
y puso rumbo
al País de Nunca Jamás.
Nunca
jugó con su sombra
de hecho no podría asegurar
si tiene sombra
o la tuvo alguna vez.
Jamás
fue un niño perdido
de hecho no sabría decir
no podía recordar
si fue niño alguna vez.
Ahora
de nuevo
volvió a ser niño
porque lo fue una vez
de nuevo
jugó con su sombra
porque siempre estuvo con él
de nuevo
volvió a soñar
porque siempre había soñado
pero jamás lo quiso recordar
de nuevo
volvió a ser un héroe
porque siempre lo fue
aunque nunca lo quiso creer.
A lo lejos se escucha
un tic-tac
y otro
y otro
y acercándose más
otro tic-tac tic-tac tic-tac…
Un agudo pitido
del reloj de su mesilla
le anuncia
que es hora de despertar
de levantarse de asearse
y empezar un nuevo día
de salir a trabajar
de volver a la rutina diaria…
pero ya nada será igual.
Ha soñado
ha jugado
ha volado
ha cantado
ha reído
ha regresado
y la ha encontrado.
Una pequeña
canica azul celeste
que perdió una lejana
noche de primavera
en la que una radiante
luna
brillaba espléndida
bajo un bello cielo estrellado.
de primavera
en la que una radiante
luna
brillaba espléndida
bajo un bello cielo estrellado
se asomó a la ventana
de su habitación
metió su mano en el bolsillo
derecho del pantalón
de su pijama
de raso azul celeste
y sacando polvo mágico de estrellas
lo dejó caer
sobre su cabeza
sobre sus hombros
sobre su cuerpo
sobre su cara
sobre sus piernas
y saltó al vacío.
No recordaba haber tenido
un pensamiento hermoso
nunca, jamás
pero de pronto le asaltó uno
y luego otro
y después un tercero
y su caída se detuvo al instante
y suave remontó el vuelo
y se elevó más
un poco más
y más…
allí quedaron bajo sus pies
su casa su barrio
su ciudad su vida
y puso rumbo
al País de Nunca Jamás.
Nunca
jugó con su sombra
de hecho no podría asegurar
si tiene sombra
o la tuvo alguna vez.
Jamás
fue un niño perdido
de hecho no sabría decir
no podía recordar
si fue niño alguna vez.
Ahora
de nuevo
volvió a ser niño
porque lo fue una vez
de nuevo
jugó con su sombra
porque siempre estuvo con él
de nuevo
volvió a soñar
porque siempre había soñado
pero jamás lo quiso recordar
de nuevo
volvió a ser un héroe
porque siempre lo fue
aunque nunca lo quiso creer.
A lo lejos se escucha
un tic-tac
y otro
y otro
y acercándose más
otro tic-tac tic-tac tic-tac…
Un agudo pitido
del reloj de su mesilla
le anuncia
que es hora de despertar
de levantarse de asearse
y empezar un nuevo día
de salir a trabajar
de volver a la rutina diaria…
pero ya nada será igual.
Ha soñado
ha jugado
ha volado
ha cantado
ha reído
ha regresado
y la ha encontrado.
Una pequeña
canica azul celeste
que perdió una lejana
noche de primavera
en la que una radiante
luna
brillaba espléndida
bajo un bello cielo estrellado.
