He sentido
la brisa sobre mi rostro
y la suave lluvia
de primavera.
He acariciado
las nubes blancas de la noche
y la estela de las estrellas
fugaces.
He escuchado
el silencio mudo de las palabras
y el eco infinito de la voz
dormida.
He caminado
bajo el sol de madrugada
y tu sombra ha acompañado
mis pasos.
He dormido
el sueño de la razón
y han huido monstruos y quimeras
que habitaban agazapados.
He sentido, acariciado, escuchado,
caminado, dormido
y he despertado a la vida
que creí rendida
y he abrazado la mañana
igual que el niño
se abraza a su madre
las noches de tormenta
y le dice quedo
tengo miedo.
Que tengas un feliz domingo.
la brisa sobre mi rostro
y la suave lluvia
de primavera.
He acariciado
las nubes blancas de la noche
y la estela de las estrellas
fugaces.
He escuchado
el silencio mudo de las palabras
y el eco infinito de la voz
dormida.
He caminado
bajo el sol de madrugada
y tu sombra ha acompañado
mis pasos.
He dormido
el sueño de la razón
y han huido monstruos y quimeras
que habitaban agazapados.
He sentido, acariciado, escuchado,
caminado, dormido
y he despertado a la vida
que creí rendida
y he abrazado la mañana
igual que el niño
se abraza a su madre
las noches de tormenta
y le dice quedo
tengo miedo.
Que tengas un feliz domingo.
Gracias, siempre, Paco G.
Recibo muchos correos respecto de los versos que cuelgo y me es gratificante saber que gustan.
Siempre, gracias.
Un abrazo.
Recibo muchos correos respecto de los versos que cuelgo y me es gratificante saber que gustan.
Siempre, gracias.
Un abrazo.
