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PUENTE ALMUHEY: PEDRO TRAPIELLO 13/08/2011...

PEDRO TRAPIELLO 13/08/2011

No te equivoques, este sitio parece hecho para perderse, pero lo es más para encontrarse porque lo dibujó el último cataclismo con bosque roblón y peña calva que invita desde muy lejos (de más allá de Sahagún se alcanza a ver sin catalejo). Estuve allí hace una semana entrada la tarde, cayendo el sol y con alguna nube guapa poniendo borregos en un cielo demasiado azul. Todo es monte de fronda. Lo verde aquí campanea.

En un León de estampas robadas no hay muchos lugares como éste invitando a engordar el alma del que cree o a sazonar la razón del que dejó de creer. Pon que hablamos de una pomada natural para la vista y para el ánimo caído del que sube hasta ahí siguiendo la cuesta de La Mata de Monteagudo hasta el santuario de la Virgen de la Velilla, solitario él en la colladita de una vallina al pie de la espalda de la gran montaña pelada que mira a Cistierna, Peñacorada la nombran.

Hay que entrar al valle desde Puente Almuhey y la carretera es una culebra asfaltada de aquella forma que cruza con angostura Taranilla, Renedo de Valdetuéjar y Otero del mismo apellido... a un lado Las Muñecas, La Red, más allá Ferreras, Ocejo... y todos son pueblos coquetos, pero pueblos quietos, dolidos de ausentes.

Dicen que aquí, en invierno, retumba el silencio de la nieve, que en otoño reza la hojarasca, que en primavera echa salmos y aleluyas la pajarada y que en verano ya no se oyen esquilas... de modo que tampoco quedan pastores esperando ver vírgenes. Hablamos de ellas y de más cosas con los raigaños de la asociación que se afana en conservar tradiciones y señas del lugar, en crear un centro documental y compilar memoria para que no quede arrumbada en las cunetas del tiempo... y meten vida a ese santuario para que siga siendo la campana que congregue en su pradera a los pueblos de toda la contorna... quieren limpiar el monumento, reparar, restaurar (lo hicieron ya con su retablo) y pidieron a la Diputación la ayuda pertinente... asombroso, les han concedido ¡trescientos euros!, que los cobra un fontanero por cambiarte el lavabo o un albañil por subir hasta allí y presupuestar... ¿no ye pa matalus?, dijo un veraneante asturiano.