Los Reyes Magos
El Origen de la Fiesta
En la primitiva liturgia, el mismo día 6 de enero se celebraba la conmemoración de la Epifanía o manifestación divina a los gentiles de Dios, el Bautismo de Jesús, el milagro de las Bodas de Canaá y la Natividad. La adoración de los Reyes Magos no comenzó a celebrarse en Occidente hasta el siglo V, momento en que decidió separarse la Epifanía de la Navidad o Natividad, fijada en el 25 de diciembre.
El Origen de los Personajes
Al principio, los Reyes Magos eran representados casi siempre como dos, cuatro o seis personajes y únicamente como magos. No fue hasta el siglo IV cuando comenzó a prevalecer el número de tres. Sus nombres, tal y como los conocemos hoy, aparecieron un siglo después y hasta el VI no se data el título de reyes. En el siglo XVI se introdujo el rasgo racial, apareciendo por primera vez un Baltasar negro. Se identificó a los tres reyes con Sem, Cam y Jafet, los tres hijos de Noé que, según el Antiguo Testamento, representaban las tres razas que poblaban el mundo. De esta forma, Melchor, el anciano cano, simboliza los herederos de Jafet, esto es, los europeos, que ofrecen al Niño Dios un presente de oro que atestigua su realeza. El rubio y lampiño Gaspar representa a los semitas de Asia, cuyo bien más preciado es el incienso, que simboliza su divinidad. Por último, Baltasar, negro y con barba, se identifica con los hijos de Cam, los africanos, que entregan la mirra, en alusión a su pasión y resurrección.
La Estrella de Belén
La Biblia relata cómo una estrella guió a los tres Magos desde Oriente y señaló el lugar donde se encontraba el Niño Dios al detenerse sobre el pesebre. Este milagro ha intentado explicarse a través de muchas teorías. Entre otras, que se trataba del brillante planeta Venus, del paso de los cometas Halley o Hale-Bopp, de una supernova, una ocultación de la luna... Una de las hipótesis más aceptadas fue la que propuso en 1606 Johannes Kleper. Según este astrónomo, se trataría de una rara triple conjunción de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno, pasando el Sol en esos momentos por Piscis. Esta conjunción se presenta a los ojos del observador terrestre como una sola estrella muy brillante. Otra hipótesis más reciente en el tiempo es que se trataba de una nova brillante observada cerca de la estrella Theta Aquilae. La estrella de Belén se conmemora situándola tanto en la representación del pesebre como en la punta del árbol de Navidad.
El Origen de la Fiesta
En la primitiva liturgia, el mismo día 6 de enero se celebraba la conmemoración de la Epifanía o manifestación divina a los gentiles de Dios, el Bautismo de Jesús, el milagro de las Bodas de Canaá y la Natividad. La adoración de los Reyes Magos no comenzó a celebrarse en Occidente hasta el siglo V, momento en que decidió separarse la Epifanía de la Navidad o Natividad, fijada en el 25 de diciembre.
El Origen de los Personajes
Al principio, los Reyes Magos eran representados casi siempre como dos, cuatro o seis personajes y únicamente como magos. No fue hasta el siglo IV cuando comenzó a prevalecer el número de tres. Sus nombres, tal y como los conocemos hoy, aparecieron un siglo después y hasta el VI no se data el título de reyes. En el siglo XVI se introdujo el rasgo racial, apareciendo por primera vez un Baltasar negro. Se identificó a los tres reyes con Sem, Cam y Jafet, los tres hijos de Noé que, según el Antiguo Testamento, representaban las tres razas que poblaban el mundo. De esta forma, Melchor, el anciano cano, simboliza los herederos de Jafet, esto es, los europeos, que ofrecen al Niño Dios un presente de oro que atestigua su realeza. El rubio y lampiño Gaspar representa a los semitas de Asia, cuyo bien más preciado es el incienso, que simboliza su divinidad. Por último, Baltasar, negro y con barba, se identifica con los hijos de Cam, los africanos, que entregan la mirra, en alusión a su pasión y resurrección.
La Estrella de Belén
La Biblia relata cómo una estrella guió a los tres Magos desde Oriente y señaló el lugar donde se encontraba el Niño Dios al detenerse sobre el pesebre. Este milagro ha intentado explicarse a través de muchas teorías. Entre otras, que se trataba del brillante planeta Venus, del paso de los cometas Halley o Hale-Bopp, de una supernova, una ocultación de la luna... Una de las hipótesis más aceptadas fue la que propuso en 1606 Johannes Kleper. Según este astrónomo, se trataría de una rara triple conjunción de la Tierra con los planetas Júpiter y Saturno, pasando el Sol en esos momentos por Piscis. Esta conjunción se presenta a los ojos del observador terrestre como una sola estrella muy brillante. Otra hipótesis más reciente en el tiempo es que se trataba de una nova brillante observada cerca de la estrella Theta Aquilae. La estrella de Belén se conmemora situándola tanto en la representación del pesebre como en la punta del árbol de Navidad.