El magosto concita la alegría
en torno a las hogueras y la noche
donde son las castañas un derroche
otoñal en colores y ambrosía.
Recogen los castaños en la umbría
el eco quejumbroso de un reproche
y un beso que el amor pondrá de broche
antes de que despunte el nuevo día.
Y asándose castañas en la hoguera
y aunándose las gentes en su torno
surge la fiesta alegre y verdadera;
sin más contemplación ni más adorno
que el humor y la risa harto ligera
y fresca que se extiende en el con
en torno a las hogueras y la noche
donde son las castañas un derroche
otoñal en colores y ambrosía.
Recogen los castaños en la umbría
el eco quejumbroso de un reproche
y un beso que el amor pondrá de broche
antes de que despunte el nuevo día.
Y asándose castañas en la hoguera
y aunándose las gentes en su torno
surge la fiesta alegre y verdadera;
sin más contemplación ni más adorno
que el humor y la risa harto ligera
y fresca que se extiende en el con