PUENTE ALMUHEY: He adivinado...

He adivinado
por el caminar de tus pasos
cómo te acercabas
tímidamente
silenciando tu respiración entrecortada
templando el eco acompasado
de tu enamorado corazón
intentando absorber los sonidos
que rítmica y anárquicamente
inundan el aire de la habitación
procurándome un silencio
sordo
que tan solo deja traslucir
tus fantasmas y tus miedos
y la voz de tus pensamientos.

He sentido
y no me preguntes cómo
apoyabas tu cuerpo
en el borde de mi cama
percibiendo
y no me preguntes cómo
la sístole y diástole
que permite caminar tu corazón
y que la vida viva
por cada rincón de tu cuerpo
de ese cuerpo bello
que tantas veces he abrazado
que tantas veces me ha abrazado
que tantas veces se han amado.

Escucho cómo me piensas
con el grito de tus palabras
ahogándose en tu garganta
muriendo en tus labios
antes de respirar la vida
reconozco sin miedo a equivocarme
el aroma de tus lágrimas
recorriendo tu rostro
rebosado de tristeza.

‘No temas mi amor’
te susurro con todas mis fuerzas
a sabiendas
que tus oídos no escuchan mis palabras;
‘aún no me he marchado’
te cuento
sin ningún lugar a dudas
de que tus oídos no escuchan
mis palabras
pues mis labios son incapaces de pronunciarlas
pero no le susurro a tus oídos
no le cuento a tus sentidos
es mi alma
la que te susurra y la que te cuenta
con la esperanza de que tu alma escuche
lo que tiene que decirle el viento.

‘No puede escucharle…’
te dice una voz que habla
seguramente a tus espaldas
‘… sigue estable dentro de su gravedad
pero no se preocupe
está en buenas manos’.

‘No estoy preocupado
doctor…’
suenan como la música
las palabras que manan de tus labios
pienso
‘… llevo viniendo un día tras otro
desde hace más de un año
y esta mañana he sentido
al entrar en la habitación
y acercarme a su cama
cómo el silencio empezaba a inundarlo todo
ni tan siquiera escuchaba
el incesante sonido de las máquinas
ni el gorgoteo inconfundible del oxígeno
tan solo he repetido
en silencio
no temas mi amor;
no tengo miedo
doctor
aún no se ha marchado
aún está conmigo’.