PUENTE ALMUHEY: He tomado el impulso necesario...

He tomado el impulso necesario
para cercarme a la orilla
de la mediocridad
en la que habitan
los gobernantes que nos desgobiernan
los directivos que no dirigen
los empresarios que no emprenden
y en la que los vendedores de humo
mentirosos sin escrúpulos
hombrecillos del tres al cuarto
y esa caterva
de indocumentados innombrables
campan a sus anchas
y a nuestras estrechas.

He intentado comprender lo incomprensible
de lo que los voceros
vocean cada vez que tienen ocasión
y cuando no la tienen también
he intentado traducir lo intraducible
del castellano que emplean
cuando lo prostituyen a su antojo
o de lo traducido del gallego
o del vasco o del catalán
bien se intente en público
o se hable en la intimidad.

He resguardado mis oídos
a la indecencia de las falsas palabras
que como eco átono
resuenan y viajan de boca en boca
nacido de la fuente putrefacta
en la que los políticos se bañan
y a la que todos llaman
‘disciplina de partido’.

Disciplina…
¿Sabe el árbol que su sombra
la refleja el sol
o piensa que él asombra
la luz reflejada por el sol
sobre valles y caminos?
¿Hasta dónde la indecencia
o la desvergüenza de los hombres?
¿Hasta dónde la ignorancia supina
de los ignorantes?
¿Hasta dónde la inmoralidad
de los inmorales?

Que los gobernantes
empresarios
y directivos decentes
señalen con el dedo a los indecentes
que les acompañan en sus asientos,
sino serán tan deshonestos
como lo son aquellos
se les llena la boca diciendo ‘no todos son iguales’
pues si no sois todos iguales
empezad por limpiar vuestras casas
de gusanos y alimañas
llevaos vuestra mierda
y no hagáis de este país
un estercolero
en el que todo parezca
lo que no es
y nada parezca
lo que realmente es.