PUENTE ALMUHEY: Sus labios se hicieron uno...

Sus labios se hicieron uno
los ojos de ella
entornados al silencio
soñaban con el azul de los de él
recordando en tan dulce oscuridad
el contorno de unos cuerpos
que abrazados bajo las sábanas
descubrían el placer del encuentro.

Celoso el nuevo amanecer
de la dulce oscuridad
procurada por la joven amada
invitó a la noche
a una cita íntima
en la que poder descubrir
el placer de los amantes.

Discreta la joven noche
y alagada por la propuesta
del apuesto amanecer
consultó sus temores con la blanca luna
y con las titilantes estrellas.

Nada debes temer
amiga noche
de tan apuesto amanecer
cuando partes a otras latitudes
yo permanezco en este cielo
y contemplo en silencio
su cálido avanzar
y con renovadas esperanzas
espero de nuevo su llegada.

Nada temas
noche amiga
le susurraron las estrellas
nuestro hermano sol nos habló de él
y de su hermosura
de cómo le esperan en la Tierra
las aves y las aguas
y las flores
y el resto de criaturas.

Aceptó la joven noche
la sincera invitación
del apuesto amanecer
y abrazándose enamorados
en el silencio de la vida
de la luz de él
y de la oscuridad de ella
nació un nuevo atardecer.

Había pasado ya la joven noche
y también el apuesto amanecer
cuando los ojos negros de ella
se encontraron con el intenso azul de los de él
y ambos susurrando palabras de amor
contemplaron el nuevo atardecer.