Me he sentado a esta mesa
junto al ventanal
que me muestra retales
de vida
a escribirte unos versos
pero presiento que las musas
han decidió mudarse a otras mesas
o quizá a otros ventanales
que muestran
otros retales de vida.
Podría escribirte sobre atardeceres
sobre los colores del otoño
o del azul del cielo en primavera
o de cómo los girasoles siguen la luz;
podría escribirte de lo que siento
cuando te pienso
de las caricias de tus manos
o simplemente de tu nombre
cuando lo pronuncia el viento;
podría escribirte sobre sueños y anhelos
o sobre el color de la mar
cuando inundado de vida
se acerca de nuevo a aquella playa;
podría escribirte de la vida
nacida de nuestras vidas
o de su sonrisa o de sus abrazos
o de sus inocentes ojos cuando nos mira;
podría escribirte de mis temores a perderte
o del miedo a despedirme mañana
o de las sombras que ahogan la luz
sin importarles el todo o la nada;
podría escribirte de amistades y amores
o de que “…volverán las oscuras golondrinas…”
mientras “…clavas en mi pupila tu pupila azul…”
o del tiempo “…que hemos vagado juntos…”.
Empero
ausente las musas en este instante
he dejado que mis manos
acaricien el papel
ávido de vida y sueños
para escribirte simplemente
‘te quiero’.
junto al ventanal
que me muestra retales
de vida
a escribirte unos versos
pero presiento que las musas
han decidió mudarse a otras mesas
o quizá a otros ventanales
que muestran
otros retales de vida.
Podría escribirte sobre atardeceres
sobre los colores del otoño
o del azul del cielo en primavera
o de cómo los girasoles siguen la luz;
podría escribirte de lo que siento
cuando te pienso
de las caricias de tus manos
o simplemente de tu nombre
cuando lo pronuncia el viento;
podría escribirte sobre sueños y anhelos
o sobre el color de la mar
cuando inundado de vida
se acerca de nuevo a aquella playa;
podría escribirte de la vida
nacida de nuestras vidas
o de su sonrisa o de sus abrazos
o de sus inocentes ojos cuando nos mira;
podría escribirte de mis temores a perderte
o del miedo a despedirme mañana
o de las sombras que ahogan la luz
sin importarles el todo o la nada;
podría escribirte de amistades y amores
o de que “…volverán las oscuras golondrinas…”
mientras “…clavas en mi pupila tu pupila azul…”
o del tiempo “…que hemos vagado juntos…”.
Empero
ausente las musas en este instante
he dejado que mis manos
acaricien el papel
ávido de vida y sueños
para escribirte simplemente
‘te quiero’.