Cuántos héroes anónimos
cada mañana se levantan sin futuro
sobreviviendo a este presente
que no buscaron
sino que les impusieron
el egoísmo y la desvergüenza
de aquellos que nos gobernaron
y de éstos que ahora nos gobiernan.
Se han convertido en datos
en simples números
son solo estadísticas
que ocultan la incompetencia
de los indecentes
que siempre ‘vivieron y viven
por encima de sus posibilidades’.
Pagan
por lo que deberían pagar otros;
sufren
por lo que deberían sufrir otros;
lloran
por lo que deberían llorar otros;
otros
que jamás pagarán por las verdaderas mentiras
que intentan vendernos.
‘Brotes verdes’
‘Finales de Túneles’
‘Cabo de Hornos’
‘Luces que alumbran’…
cortinas de humo para ocultar sus vergüenzas.
Conozco uno de esos héroes
y conozco una de esas heroínas
ambos esperan en la puerta del colegio
cada tarde la salida de sus nietos
no se conocen
los héroes anónimos rara vez salen en la prensa
y nunca hacen alarde de su heroicidad.
Les llevan la merienda
él recoge a Carla
ella recoge a Sergio
Carla camina calle arriba de la mano de su abuelo
comiendo un bocadillo de mortadela
Sergio camina calle abajo de la mano de su abuela
comiendo un bocadillo de mortadela
ellos sí se conocen
son compañeros de clase
compañeros de juegos en el patio
ambos tienen cinco años.
La abuela
María
setenta y ocho años
pensión de viudedad
su mano aprieta la de su nieto
mientras en su cabeza los números danzan
recibo de luz; recibo de agua; recibo de gas…
él le cuenta lo que ha hecho en clase
y a qué ha jugado en el patio
ella sonríe.
El abuelo
Alejandro
ochenta y tres años
viudo
toda su vida trabajando
para tener una pequeña pensión con la que vivir
junto a su Sofía
en su cabeza danzan los números
mientras su mano abraza la de su nieta
recibo de gas; recibo de luz; recibo de agua…
ella le cuenta a qué ha jugado en el patio
y lo que ha hecho en clase
él sonríe.
Los padres de Sergio
no tienen trabajo
ya no cobran ‘el paro’
salen a buscar cada día
lo que pocas veces encuentran;
los padres de Carla
no tienen trabajo
ya no tienen casa
viven con el abuelo
les desahuciaron hace tres años
ella trabaja doce horas al día
por cuatrocientos euros
él no tiene nada.
Muchos héroes anónimos de hoy
ya lo fueron antaño
luchaban por una mejor vida
y lo consiguieron
hoy de la mano de sus nietos
se han propuesto seguir luchando
para que no les arrebaten
lo que con su esfuerzo consiguieron.
Este poema es el del domingo pasado que no lo puse
cada mañana se levantan sin futuro
sobreviviendo a este presente
que no buscaron
sino que les impusieron
el egoísmo y la desvergüenza
de aquellos que nos gobernaron
y de éstos que ahora nos gobiernan.
Se han convertido en datos
en simples números
son solo estadísticas
que ocultan la incompetencia
de los indecentes
que siempre ‘vivieron y viven
por encima de sus posibilidades’.
Pagan
por lo que deberían pagar otros;
sufren
por lo que deberían sufrir otros;
lloran
por lo que deberían llorar otros;
otros
que jamás pagarán por las verdaderas mentiras
que intentan vendernos.
‘Brotes verdes’
‘Finales de Túneles’
‘Cabo de Hornos’
‘Luces que alumbran’…
cortinas de humo para ocultar sus vergüenzas.
Conozco uno de esos héroes
y conozco una de esas heroínas
ambos esperan en la puerta del colegio
cada tarde la salida de sus nietos
no se conocen
los héroes anónimos rara vez salen en la prensa
y nunca hacen alarde de su heroicidad.
Les llevan la merienda
él recoge a Carla
ella recoge a Sergio
Carla camina calle arriba de la mano de su abuelo
comiendo un bocadillo de mortadela
Sergio camina calle abajo de la mano de su abuela
comiendo un bocadillo de mortadela
ellos sí se conocen
son compañeros de clase
compañeros de juegos en el patio
ambos tienen cinco años.
La abuela
María
setenta y ocho años
pensión de viudedad
su mano aprieta la de su nieto
mientras en su cabeza los números danzan
recibo de luz; recibo de agua; recibo de gas…
él le cuenta lo que ha hecho en clase
y a qué ha jugado en el patio
ella sonríe.
El abuelo
Alejandro
ochenta y tres años
viudo
toda su vida trabajando
para tener una pequeña pensión con la que vivir
junto a su Sofía
en su cabeza danzan los números
mientras su mano abraza la de su nieta
recibo de gas; recibo de luz; recibo de agua…
ella le cuenta a qué ha jugado en el patio
y lo que ha hecho en clase
él sonríe.
Los padres de Sergio
no tienen trabajo
ya no cobran ‘el paro’
salen a buscar cada día
lo que pocas veces encuentran;
los padres de Carla
no tienen trabajo
ya no tienen casa
viven con el abuelo
les desahuciaron hace tres años
ella trabaja doce horas al día
por cuatrocientos euros
él no tiene nada.
Muchos héroes anónimos de hoy
ya lo fueron antaño
luchaban por una mejor vida
y lo consiguieron
hoy de la mano de sus nietos
se han propuesto seguir luchando
para que no les arrebaten
lo que con su esfuerzo consiguieron.
Este poema es el del domingo pasado que no lo puse