PUENTE ALMUHEY: especiles siempre, amiga, los ojos de quien los lee....

Rebanada de pan candeal recién horneada

cubierta de manteca o vino

nevada de azúcar blanca

merienda de niño

en las tardes segovianas

recuerdos de una infancia

ya lejana

que revive los sentidos

con los sabores de una vida.

Cuántas meriendas

cuántos sueños

cuántas palabras

cuántos cuentos

cuántas historias

cuántas experiencias compartidas

abuelo.

Me enseñaste

la sencillez de las cosas importantes

el valor de la palabra dada

el abrazar de manos para cerrar un trato

el mirar a los ojos con el corazón abierto

a reírme con el mundo

a decir desde el corazón ‘te quiero’.

Partiste

cuando decidieron que partieras

pues llegaste

cuando decidieron que llegaras

nadie nos pregunta

cuándo queremos llegar

y nadie nos pregunta

cuándo queremos partir.

Entre tu llegada

y tu partida

toda una vida

para llenarla de recuerdos

alimentos de una tierra

sobre los que enraizar mi alma

frutos de primavera

cuelgan

libres

bajo sus ramas.

Un mañana partiré

lo sé

si bien

no sé si estarás esperando mi llegada

si alguien estará esperando

mi llegada

mi llegada.

Me gustaría llevarme tu recuerdo

para poder pensarte

cuando las sombras

den sombra a mi sombra

y abrazar así tu sueño.

Este poema es de los que yo llamo especiales, que bonito, me sorprendes todas las semanas, que grande eres. Un saludo. Marimar

especiles siempre, amiga, los ojos de quien los lee. Por eso eres especial, porque mis versos te hacen sentir, recordar, revivir.
Yo no soy grande, de veras, pro sé que lo son mis amigas y mis amigos.
Especiales y grandes.
Besos.
Feliz fin de semana.