He nombrado tu nombre
tantas veces como veces te he pensado
Lola, mi Lola
pero también nuestra
y vuestra también.
Mi latido
y tu latido
eran la melodía de la vida
que pugna por asomarse al mundo
y acompañar un camino compartido
por unos pasos que caminan
y otros que comienzan.
Te he sentido muchas noches
en la soledad del silencio
te he sentido muchos días
en la soledad del pensamiento
y ahora no te siento
la cruz de la vida
te me ha arrebatado de mis entrañas
mientras dormía
mientras dormías.
Me duele el alma
nubes grises se ciernen ahora
sobre mi sueño
sé que fuiste real
pues sentí tu vida en mi
igual que la flor siente
el amanecer de la cálida primavera
después del letargo del frío invierno.
No conoceré tu rostro
ni el color de tu mirada
ni el tacto de tu piel
ni el timbre de tu voz
sí conocí el latir de tu pequeño corazón
y sería capaz de reconocerlo
entre un millón de millones
de latidos de solitarios corazones…
adiós Lola
mi Lola.
tantas veces como veces te he pensado
Lola, mi Lola
pero también nuestra
y vuestra también.
Mi latido
y tu latido
eran la melodía de la vida
que pugna por asomarse al mundo
y acompañar un camino compartido
por unos pasos que caminan
y otros que comienzan.
Te he sentido muchas noches
en la soledad del silencio
te he sentido muchos días
en la soledad del pensamiento
y ahora no te siento
la cruz de la vida
te me ha arrebatado de mis entrañas
mientras dormía
mientras dormías.
Me duele el alma
nubes grises se ciernen ahora
sobre mi sueño
sé que fuiste real
pues sentí tu vida en mi
igual que la flor siente
el amanecer de la cálida primavera
después del letargo del frío invierno.
No conoceré tu rostro
ni el color de tu mirada
ni el tacto de tu piel
ni el timbre de tu voz
sí conocí el latir de tu pequeño corazón
y sería capaz de reconocerlo
entre un millón de millones
de latidos de solitarios corazones…
adiós Lola
mi Lola.