Las ausencias son ausencias
solo si su recuerdo
deja de latir
en nuestros corazones
mientras pueda entornar mis ojos
y sienta su presencia
permanecerá siempre a mi lado.
Nuestras noches
nunca más serán como aquellas noches
en las que la casa familiar
se llenaba de aromas
que partiendo de la cocina
inundaba paladares
y de risas y de juegos
y de sueños por alcanzar
y de futuros inciertos.
Esta tarde mi hija pequeña
ha preguntado por su abuela
sabe que partiste hace unos años
cuando ella ni siquiera era un bebé
te conoce
le habla a tu fotografía
y te cuenta historias
como si estuvieras sentada a su lado.
Le he hablado de ti
de ti le ha hablado su madre
aunque tampoco pudisteis conoceros
y hemos reído recordándote
camino de la casa familiar.
He abierto la puerta
y he visto la casa vacía
el hogar estaba encendido
y su calor invitaba al encuentro
he entornado mis ojos
y sentido aromas de otros años
cordero asado en el horno
sopa de marisco sobre el fuego
ruido de platos y vasos
mantel sobre la mesa
servilletas y cubiertos
esperando a los comensales.
¿Papá no entramos?
-pregunta mi pequeña-
abro mis ojos
y pienso que todo ha sido un sueño
el calor me abraza
igual que me abrazan tus recuerdos
entramos
la noche nos espera
es Nochebuena
no será como las de antaño
pero estarás con nosotros
como siempre has estado.
solo si su recuerdo
deja de latir
en nuestros corazones
mientras pueda entornar mis ojos
y sienta su presencia
permanecerá siempre a mi lado.
Nuestras noches
nunca más serán como aquellas noches
en las que la casa familiar
se llenaba de aromas
que partiendo de la cocina
inundaba paladares
y de risas y de juegos
y de sueños por alcanzar
y de futuros inciertos.
Esta tarde mi hija pequeña
ha preguntado por su abuela
sabe que partiste hace unos años
cuando ella ni siquiera era un bebé
te conoce
le habla a tu fotografía
y te cuenta historias
como si estuvieras sentada a su lado.
Le he hablado de ti
de ti le ha hablado su madre
aunque tampoco pudisteis conoceros
y hemos reído recordándote
camino de la casa familiar.
He abierto la puerta
y he visto la casa vacía
el hogar estaba encendido
y su calor invitaba al encuentro
he entornado mis ojos
y sentido aromas de otros años
cordero asado en el horno
sopa de marisco sobre el fuego
ruido de platos y vasos
mantel sobre la mesa
servilletas y cubiertos
esperando a los comensales.
¿Papá no entramos?
-pregunta mi pequeña-
abro mis ojos
y pienso que todo ha sido un sueño
el calor me abraza
igual que me abrazan tus recuerdos
entramos
la noche nos espera
es Nochebuena
no será como las de antaño
pero estarás con nosotros
como siempre has estado.