¿A qué playa arriban
los sueños frustrados
los sueños perdidos?
¿en qué camino se empolvorientan
las palabras no pronunciadas?
se preguntaron los tristes ojos de ella
frente al espejo
después de despertada aquella mañana.
Sus viejas sandalias
recorrieron
un camino flanqueado por testigos mudos
de hoja perenne
donde el silencio
arañaba la piel del alma
y sus hojas alfombraban nada.
Sus viejas sandalias
descubrieron
una playa sin mareas y sin olas
donde la cegadora
luz de la noche
palpitaba en los corazones varados
en la arena huérfana de esperanzas.
He soñado miles de sueños
he recorrido cientos de caminos
en solitario
cruzando mis pasos
con cientos de miles de almas
con sueños frustrados
–se dijo–
con palabras no pronunciadas
que jamás se atrevieron a mirar
su reflejo.
Yo fui valiente
y abrí mis ojos frente
al espejo
he visto aquella playa
deshabitada
a la que llega el polvoriento camino
oculto entre sombras
y mis viejas sandalias
han abrazado mis pies desnudos
cuando las noches se volvían días
y los días se tornaban noches.
Toma mi mano
siente mi piel en tu piel
no temas
todo te será conocido
tus ojos solo te mostrarán
aquello que hayas soñado
aquello que hayas vivido
deja que tus labios pronuncien
las palabras que jamás pronunciaron.
los sueños frustrados
los sueños perdidos?
¿en qué camino se empolvorientan
las palabras no pronunciadas?
se preguntaron los tristes ojos de ella
frente al espejo
después de despertada aquella mañana.
Sus viejas sandalias
recorrieron
un camino flanqueado por testigos mudos
de hoja perenne
donde el silencio
arañaba la piel del alma
y sus hojas alfombraban nada.
Sus viejas sandalias
descubrieron
una playa sin mareas y sin olas
donde la cegadora
luz de la noche
palpitaba en los corazones varados
en la arena huérfana de esperanzas.
He soñado miles de sueños
he recorrido cientos de caminos
en solitario
cruzando mis pasos
con cientos de miles de almas
con sueños frustrados
–se dijo–
con palabras no pronunciadas
que jamás se atrevieron a mirar
su reflejo.
Yo fui valiente
y abrí mis ojos frente
al espejo
he visto aquella playa
deshabitada
a la que llega el polvoriento camino
oculto entre sombras
y mis viejas sandalias
han abrazado mis pies desnudos
cuando las noches se volvían días
y los días se tornaban noches.
Toma mi mano
siente mi piel en tu piel
no temas
todo te será conocido
tus ojos solo te mostrarán
aquello que hayas soñado
aquello que hayas vivido
deja que tus labios pronuncien
las palabras que jamás pronunciaron.