Me gustaría cerrar los ojos
y soñar
que soy invisible
invisible y pequeño
muy pequeño
para acurrucarme en silencio
en tu bolsillo
ese que tienes junto a tu corazón
y escuchar su latido
olvidando el resto de sonidos del mundo.
Mirar tu mirada
sin que tu mirada
me mire
y besarte
con el viento
en la comisura de tus labios
cuando la soledad te acompañe.
Enredarme en tu cabello
y dejarme acariciar
cuando lo acaricias
con ese sencillo gesto
que tanto me gusta
cuando lo posas sobre tus hombros
con esa naturalidad descuidada.
Viajar en una gota de rocío
en el amanecer de la primavera
y deslizarme sobre los pétalos
de las rosas
que mañana recogerán tus manos
sintiendo la suavidad
que besarán tus labios
cuando te acompañe la tarde.
Pedirle a la luna
que ilumine tu noche
y caminar sobre su luz
hasta perderme
en las sinuosas
curvas
de tu cuerpo desnudo
que entre las sábanas
descansa
y despertarme
y despertarte
y amarnos
como tantas veces nos hemos amado
y ser tú
y ser yo
y ser nosotros
por siempre.
y soñar
que soy invisible
invisible y pequeño
muy pequeño
para acurrucarme en silencio
en tu bolsillo
ese que tienes junto a tu corazón
y escuchar su latido
olvidando el resto de sonidos del mundo.
Mirar tu mirada
sin que tu mirada
me mire
y besarte
con el viento
en la comisura de tus labios
cuando la soledad te acompañe.
Enredarme en tu cabello
y dejarme acariciar
cuando lo acaricias
con ese sencillo gesto
que tanto me gusta
cuando lo posas sobre tus hombros
con esa naturalidad descuidada.
Viajar en una gota de rocío
en el amanecer de la primavera
y deslizarme sobre los pétalos
de las rosas
que mañana recogerán tus manos
sintiendo la suavidad
que besarán tus labios
cuando te acompañe la tarde.
Pedirle a la luna
que ilumine tu noche
y caminar sobre su luz
hasta perderme
en las sinuosas
curvas
de tu cuerpo desnudo
que entre las sábanas
descansa
y despertarme
y despertarte
y amarnos
como tantas veces nos hemos amado
y ser tú
y ser yo
y ser nosotros
por siempre.