No sé de qué color
son tus besos
pues me gusta besarte
con los ojos cerrados
sí podría decirte
cuál es el sabor de tus labios
cuando se acercan a los míos
en ese sensual juego
del encuentro
tras la búsqueda del placer permitido.
Saben a risas
y a sonrisas
y a tostadas recién horneadas
y a mermeladas de frutos rojos
saben a recuerdos de infancia
y a sueños cumplidos
y a esperanzas guardadas
saben a mar
y saben a cielo
saben a noches de luna llena
reflejándose en tu mirada.
Déjame besarte
con el verde esmeralda
que pinta la mar
sobre la arena blanca
de aquella playa.
Déjame besarte
con cada uno de los colores
que pinta el arcoíris
bajo el cielo
tras una tormenta de verano.
Déjame besarte
con el intenso azul
que pinta el firmamento
huérfano de nubes
sobre las montañas de mi tierra.
Déjame besarte
con el mágico dorado
que pintan los campos
preñados de vida
antes de recoger la cosecha.
Déjame besarte
con el rojo pasión de la amapola
que en silencio
y mecida por el viento
embriaga las primaveras.
Déjame
Besar
tus besos
como besa
el sol
la mañana
déjame
besar
tus besos
una vez más
mi dulce amada.
No sé
de qué color son tus besos
pero siempre reconoceré
el color de tu mirada.
Jose Manuel Contreras
son tus besos
pues me gusta besarte
con los ojos cerrados
sí podría decirte
cuál es el sabor de tus labios
cuando se acercan a los míos
en ese sensual juego
del encuentro
tras la búsqueda del placer permitido.
Saben a risas
y a sonrisas
y a tostadas recién horneadas
y a mermeladas de frutos rojos
saben a recuerdos de infancia
y a sueños cumplidos
y a esperanzas guardadas
saben a mar
y saben a cielo
saben a noches de luna llena
reflejándose en tu mirada.
Déjame besarte
con el verde esmeralda
que pinta la mar
sobre la arena blanca
de aquella playa.
Déjame besarte
con cada uno de los colores
que pinta el arcoíris
bajo el cielo
tras una tormenta de verano.
Déjame besarte
con el intenso azul
que pinta el firmamento
huérfano de nubes
sobre las montañas de mi tierra.
Déjame besarte
con el mágico dorado
que pintan los campos
preñados de vida
antes de recoger la cosecha.
Déjame besarte
con el rojo pasión de la amapola
que en silencio
y mecida por el viento
embriaga las primaveras.
Déjame
Besar
tus besos
como besa
el sol
la mañana
déjame
besar
tus besos
una vez más
mi dulce amada.
No sé
de qué color son tus besos
pero siempre reconoceré
el color de tu mirada.
Jose Manuel Contreras