Cuán frágil
la memoria
que intenta olvidar
a sabiendas
que jamás podrá lograrlo
pero sí ocultar e ignorar
que los hechos sucedieron.
Pacientes aguardan
en un diminuto rincón
alejado de la luz
de la verdad no pronunciada…
amanecerá un mañana
para su vergüenza.
Hasta cuándo
deben pedir perdón
los que fueron ofendidos
a sus ofensores;
hasta cuándo
deben pedir perdón
los que fueron oprimidos
a sus opresores;
hasta cuándo
deben pedir perdón
los que fueron asesinados
a sus asesinos.
Cada vez son más las voces
que pronuncian los nombres
de los asesinos, opresores y ofensores;
cada vez son más los dedos
que señalan las figuras
de los opresores, ofensores y asesinos;
cada vez son más
los ojos que miran sin temor
a los ofensores, asesinos y opresores;
cada vez somos más
los que no callamos
cada vez somos más
los que no escondemos nuestras manos
cada vez somos más
los que no miramos a otro lado
cada vez somos más
y les venceremos
no olvidando la verdad
recordando su memoria.
Jose Manuel Contreras
la memoria
que intenta olvidar
a sabiendas
que jamás podrá lograrlo
pero sí ocultar e ignorar
que los hechos sucedieron.
Pacientes aguardan
en un diminuto rincón
alejado de la luz
de la verdad no pronunciada…
amanecerá un mañana
para su vergüenza.
Hasta cuándo
deben pedir perdón
los que fueron ofendidos
a sus ofensores;
hasta cuándo
deben pedir perdón
los que fueron oprimidos
a sus opresores;
hasta cuándo
deben pedir perdón
los que fueron asesinados
a sus asesinos.
Cada vez son más las voces
que pronuncian los nombres
de los asesinos, opresores y ofensores;
cada vez son más los dedos
que señalan las figuras
de los opresores, ofensores y asesinos;
cada vez son más
los ojos que miran sin temor
a los ofensores, asesinos y opresores;
cada vez somos más
los que no callamos
cada vez somos más
los que no escondemos nuestras manos
cada vez somos más
los que no miramos a otro lado
cada vez somos más
y les venceremos
no olvidando la verdad
recordando su memoria.
Jose Manuel Contreras