PUENTE ALMUHEY: Escucha en silencio...

Escucha en silencio

cómo habla la lluvia

cuando desciende de las grises nubes

para abrazarse con la Madre Tierra

para mezclarse con las aguas

bravas y dulces

de arroyos, ríos y lagos

para fundirse con la mar

salada y brava

que dibuja islas y continentes

de este mundo que no escucha.

La reflexiva y sabia lluvia

cuyas gotas viajan mil y una vez

llevando el mensaje

de aquello que observan

desde su privilegiada atalaya

antes de lanzarse al vacío

a comunicar sus nuevas

a veces

no tan nuevas.

Cobijado bajo mi paraguas

sigo mis pasos

por la vereda que conduce

al parque junto a mi casa

camino solo

en silencio

la lluvia quizá acobardó

a otros paseantes

escucho la intensa lluvia

golpear sobre la tersa tela azul

de mi paraguas

parece llamar a mi puerta.

Abro de par en par

puertas y ventanas

me descubro sin miedos

y mirando frente a frente

ese firmamento gris

recibo en mi rostro

el frescor de la vida

que regresa una vez tras otra.

Escucho y me habla

me habla y escucho

y me cuenta

lo que vio en los campos de refugiados

cuando caía sobre las tiendas de campaña

y sobre los charcos de otra lluvia venida;

lo que vio en la Mar Nuestra

cuando caía sobre barcos de madera

sobre barcas de goma y tablas

sobre chalecos salvavidas vacíos

sobre cuerpos vivos

sobre cuerpos muertos;

lo que vio en calles de ciudades

cuando caía sobre los tejados

de casas de ricos y de casas de pobres

las frías manos cobardes de él

golpeando el indefenso cuerpo de ella

una vez tras otra

mientras unos ojos inocentes

presenciaban el horror y la muerte

sin comprender.
No quiero ocultarme y no ver

no quiero ocultarme

tras la tersa tela azul de mi paraguas

y no escuchar

lo que la lluvia de otoño

me vino a decir

lo que la lluvia de otoño

me viene a contar.

Sigo caminando por la vereda

que conduce al parque junto a mi casa

siento cómo la lluvia me ha calado

no me importa

regresaré a mi hogar

y con las ventanas de par en par

recitaré lo que la lluvia de otoño

me ha contado.

Jose Manuel Contreras